Invertir en arte: consejos prácticos para principiantes
Tips valiosos para los inversores novatos, desde la búsqueda de artistas emergentes hasta entender la importancia del tiempo en la inversión en arte
Por Redacción
La intersección entre el arte tradicional y la revolución digital ha creado un terreno fértil para nuevos inversores, mientras la compra directa del artista gana terreno. En este contexto, la inversión en arte se plantea como un refugio de valor, pero su camino no es tan sencillo como el de otros activos financieros.
En el universo del arte, timing y tiempo adquieren significados distintos, alejándose de la rapidez de otros mercados. Ignacio Gutiérrez Zaldívar (h), director de la Galería Zurbarán, destacó la importancia del tiempo en esta inversión, donde la paciencia y la maduración son clave. Señaló que el arte más cotizado surge después de la Segunda Guerra Mundial, subrayando la diferencia entre una tendencia pasajera y la perdurabilidad del arte tradicional.
Invertir en arte va más allá de resguardar capital; es ascender un peldaño social. Gutiérrez Zaldívar destaca cómo el arte, desde los años '60, se ha asociado con prestigio y pertenencia a un exclusivo club social. Aunque en Argentina este club sea reducido, la inversión anual en arte tradicional oscila entre US$ 10 y US$ 20 millones, involucrando a una minoría activa de compradores.
El volumen de obras transadas es esencial para que las inversiones en arte sean atractivas. En comparación con Estados Unidos, donde aproximadamente del 2 al 3% de la población compra arte anualmente, Argentina tiene un grupo más selecto de inversores. Gutiérrez Zaldívar resalta que el mercado estadounidense concentra el 43% de las transacciones globales de arte.
El inversor en arte posee un perfil único; no es solo una transacción financiera, sino una conexión con el arte que va más allá de la rentabilidad. El consejo para principiantes es buscar artistas jóvenes con proyección, respaldados por galerías sólidas. La inversión requiere tiempo; el valor se genera a través de transacciones y exposiciones a lo largo del tiempo.
Cuando lo tradicional encuentra lo digital
La tecnología no compite con el arte tradicional; más bien, tiende puentes entre lo físico y lo digital, multiplicando las oportunidades de inversión. El arte digital, respaldado por blockchain, ha abierto nuevas vías. Martín González, CEO de Beyond Art Group (BAG), destacó cómo su empresa fusiona lo tradicional con lo digital, acercando tecnologías como la inteligencia artificial a artistas establecidos.
BAG co-produce obras digitales con artistas tradicionales, demostrando que lo digital no es solo competencia sino una expansión del arte. La presentación en el Teatro Colón de la obra de Refik Anadol, combinando inteligencia artificial y realidad aumentada, ejemplifica la convergencia de ambos mundos.
El mercado de arte digital, basado en criptomonedas, ha experimentado volatilidad y saturación, pero se vislumbra una depuración. Germán Trautman, fundador de Kephi Gallery, señala que la línea entre lo que es arte y lo que no es se ha vuelto más clara después de una fase de sobreoferta. La tecnología blockchain permite trazabilidad y descentralización, simplificando operaciones y eliminando intermediarios.
Kephi Gallery y Galería Zurbarán han unido fuerzas para facilitar el acceso a piezas de arte físico a través de plataformas digitales, aceptando pagos con criptomonedas. González proyecta un crecimiento sostenido en el mercado de arte digital, destacando la inmersión como la próxima ola gracias a la inteligencia artificial.
La experiencia directa entre artista e inversor
A medida que el tiempo avanza, el arte redefine sus formas de llegar a los inversores. BADA, la feria donde el artista vende directamente al comprador, ofrece una experiencia única. Ana Spinetto, directora de BADA Argentina, destaca la proximidad y accesibilidad que proporciona esta modalidad.
El formato de venta directa al comprador en BADA permite precios más accesibles y una selección curada de artistas emergentes. Con un rango de precios amplio, la feria fomenta la inversión en artistas en ascenso, generando nuevos coleccionistas. BADA se erige como un espacio donde el arte no solo es una inversión sino una oportunidad para artistas en inicio de carrera.
Invertir en arte implica más que una transacción financiera; es una experiencia única que fusiona lo tradicional con lo digital. La tecnología crea puentes entre ambos mundos, multiplicando las oportunidades para inversores y artistas.