Así era el perfume ancestral de la momificación en el Antiguo Egipto
Un equipo de investigadores recreó el misterioso aroma de un bálsamo utilizado en la momificación de una noble egipcia hace milenios
Por Redacción
La historia de los antiguos egipcios es fascinante y vasta, pero rara vez pensamos en cómo sería su aroma. Un reciente estudio nos lleva a un viaje olfativo al pasado, al recrear el aroma de un bálsamo utilizado en la momificación de una noble egipcia hace más de 3.500 años.
El enigma de senetnay: una noble del Antiguo Egipto
Senetnay, cuyos restos fueron descubiertos por Howard Carter en 1900, era una noble del Antiguo Egipto. Era la nodriza del futuro faraón Amenhotep II, también conocido como Amenofis II. Esta destacada posición en la sociedad egipcia aseguró que sus órganos momificados se conservaran en frascos canopos en una tumba real del Valle de los Reyes.
Barbara Huber, del Instituto Max Planck de Geoantropología, lideró un equipo de investigadores que utilizó técnicas analíticas avanzadas para descubrir los ingredientes del bálsamo que preservó a Senetnay. Se recuperaron muestras de dos frascos distintos que almacenaban los pulmones y el hígado de la noble egipcia, que actualmente se encuentran en el Museo August Kestner de Hannover, Alemania.
El perfume del pasado
El análisis reveló una combinación de ingredientes sorprendentes en el bálsamo de Senetnay. Además de cera de abeja, grasas animales, aceites vegetales y resinas de árboles como pinos y alerces, los investigadores identificaron componentes que le daban un aroma característico. La cumarina, con su fragancia similar a la vainilla, y el ácido benzoico, utilizado en cosméticos para perfumar y prevenir el deterioro por microbios, fueron parte esencial de este antiguo perfume.
En el frasco que guardaba los pulmones de Senetnay se hallaron dos componentes únicos: larixol, derivado de la resina del alerce, y una resina perfumada que podría ser dammar, una sustancia obtenida de árboles en el sudeste asiático. Esto sugiere vínculos comerciales del Antiguo Egipto con regiones lejanas, un hallazgo revelador que arroja luz sobre el comercio de la época.
El aroma de la eternidad
En colaboración con un perfumista especializado y un museólogo sensorial, el equipo ha logrado embotellar la fragancia del bálsamo. Este perfume, denominado El aroma de la eternidad, se exhibirá próximamente en el Museo Moesgaard de Dinamarca, permitiendo a los visitantes experimentar por sí mismos el aroma de la antigüedad.
Barbara Huber destaca que El aroma de la eternidad representa mucho más que el olor de un proceso de momificación. Encarna un rico significado cultural, histórico y espiritual relacionado con las prácticas mortuorias del Antiguo Egipto.