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'El gas de la risa': el extraño origen de la anestesia en la medicina

En el siglo XIX, la búsqueda de alivio para el dolor llevó al descubrimiento de la anestesia gaseosa, revolucionando la cirugía. Pioneros como Horace Wells y William T.G. Morton, a pesar de conflictos y tragedias, allanaron el camino para procedimientos sin dolor, marcando un hito crucial en la historia médica

Por Redacción

11 de diciembre, 2023 - 09:03

En la constante búsqueda de alivio para el dolor, médicos y sanadores exploraron diversos remedios a lo largo de la historia, desde opio y cannabis hasta el descubrimiento de la anestesia gaseosa en el siglo XIX, marcando una revolución en la cirugía.

El origen de la anestesia te lo contamos en 60 segundos

El término “anestesia”, acuñado por Oliver W. Holmes en 1846, significa "sin sensibilidad". Aunque sustancias como el óxido nitroso (conocido como "gas de la risa") y el éter se utilizaron inicialmente con fines recreativos, fueron los dentistas quienes desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la ‘medicina neumática’.

En 1844, el dentista Horace Wells presenció el efecto anestésico del óxido nitroso durante una demostración de "gas hilarante". Wells, convencido de su utilidad, llevó a cabo una extracción dentaria con éxito utilizando el gas. Sin embargo, una demostración pública en 1845 resultó en un fracaso, revelando la necesidad de pericia en su aplicación.

Destacados pioneros en la historia de la anestesia gaseosa: Horace Wells (1815-1848), William T. Green Morton (1819-1868), y Charles Thomas Jackson (1805-1880)

La contribución decisiva vino de William T.G. Morton, otro dentista, quien experimentó con éter y logró una exitosa extracción dentaria sin dolor en 1846. La demostración pública de Morton en el Massachusetts General Hospital marcó el nacimiento de la anestesia quirúrgica.

Ilustraciones satíricas del siglo XIX representan el uso recreativo de los primeros gases anestésicos

A pesar de los conflictos sobre la paternidad del descubrimiento entre Morton y otros, como Charles T. Jackson, la anestesia gaseosa se consolidó. Posteriormente, el cloroformo se introdujo en la anestesiología en 1847, liderado por el ginecólogo James Y. Simpson, proporcionando un avance significativo en el alivio del dolor durante intervenciones quirúrgicas y partos.

Aunque la historia de la anestesia estuvo marcada por controversias y tragedias personales para algunos pioneros, como el trágico destino de Wells, la contribución de estos innovadores fue fundamental para el desarrollo de la cirugía moderna, permitiendo procedimientos sin el sufrimiento previo asociado al dolor.

Este avance médico, aunque inicialmente enfrentó resistencia, se ganó la aceptación social, marcando un hito en la historia de la medicina y abriendo la puerta a una cirugía más avanzada y menos traumática para los pacientes.