Influencers bajo la mira: imponen regulaciones y sanciones
El Gobierno español tomó medidas significativas para regular el mundo de los expositores digitales, con el objetivo de garantizar transparencia y seguridad en el mundo de la web y redes sociales
Por Redacción
En un movimiento que marca un hito en la industria de los influencers, el Gobierno español decidió implementar una serie de medidas regulatorias destinadas a controlar las actividades de estos personajes digitales. La nueva regulación, anunciada a través de un comunicado emitido por el Ministerio de Consumo, tiene como objetivo principal garantizar la transparencia y seguridad en el mundo digital, así como proteger los derechos de los consumidores que siguen a estas personas en las redes sociales.
Una de las principales disposiciones de esta regulación es la obligación para todos los influencers de registrarse en un censo nacional, donde se recopilarán sus datos personales y el número de seguidores que tienen en cada una de sus plataformas. Esta medida busca establecer un control más riguroso sobre las actividades de los influencers y garantizar su cumplimiento con las normativas vigentes.
Además del registro obligatorio, la regulación también impone la obligación para los influencers que obtienen ingresos económicos a través de sus publicaciones de declarar sus ganancias y pagar los impuestos correspondientes. Asimismo, se prohíbe la promoción de productos sin haberlos probado previamente en cuanto a su eficacia y seguridad, una medida destinada a proteger a los consumidores de posibles efectos negativos de productos que pueden haber prescindido de los controles necesarios.
Otro aspecto destacado de la regulación es el establecimiento de un límite máximo de contenido patrocinado, que no puede superar el 50% del total de contenido de un influencer. Esta disposición busca evitar la saturación de publicidad en las redes sociales y garantizar que los seguidores puedan distinguir claramente el contenido promocionado del contenido orgánico.
En cuanto a las sanciones por incumplimiento de estas regulaciones, el comunicado detalla que van desde multas económicas hasta la retirada del registro en el censo nacional, lo que implicaría la imposibilidad de continuar desarrollando la actividad como influencer.
Si bien estas medidas dispararon diversas reacciones entre los propios influencers, con algunos viéndolas como una limitación a su libertad de expresión y forma de trabajo, otros las consideran necesarias para garantizar la seguridad y veracidad en las redes sociales.
La regulación española se suma así a las medidas similares adoptadas por otros países europeos como Alemania y el Reino Unido. Esto marca un movimiento hacia la armonización de normativas en el ámbito de los influencers a nivel internacional.
Además, la regulación también implica cambios para las marcas que colaboran con influencers, quienes ahora deben asegurarse de que estos cumplan con todas las normativas y mantener un control más estricto sobre las publicaciones que promocionan.
En última instancia, la implementación de estas medidas regulatorias plantea un nuevo desafío para las plataformas de redes sociales, que serán responsables de hacer cumplir la regulación. Se espera que se contrate más personal para llevar a cabo inspecciones y garantizar el cumplimiento de las disposiciones.