El consumo de leche se desplomó un 15% en enero

El poder adquisitivo de los argentinos está cada vez en peor condición. Y prueba de esto es la caída del consumo interanual que experimentó en enero la leche, con un descenso del 15%, producto de la inflación.

Los datos, aportados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, indican que en el primer mes del año hubo una suba de cinco puntos porcentuales por encima de la inflación interanual. El sachet que mide el INDEC pasó de $240 a $865, con un promedio del 259%, cuando el salario real de diciembre solo se había recuperado en un 150%.

El detalle crucial de la leche es que mientras otros artículos accesorios (como el enjuague bucal) ajustan su producción a la demanda, la leche mantiene una lógica distinta: la oferta en litros suele tener alguna estabilidad, sin contar las fluctuaciones lógicas del ciclo anual de las vacas, que tienen su máximo pico productivo en octubre, y el menor en abril.

Los datos de enero muestran una baja interanual alarmante, cercana al 13%, cuando la oscilación usual en esta época del año es entre 9 y 10%. Y hay otro factor, que también vino a restar litros de leche en las góndolas: el alza del 10% en la exportación del sector.

Desde el Observatorio explicaron que, en el contexto de la baja en el consumo, miles de hogares argentinos dejaron de comprar leche. Hubo menos producción, pero muy pocos lo notaron, por la baja demanda reinante.

La menor producción de leche en enero se produjo, principalmente, por las altas temperaturas que afectan en forma directa a los animales, ya que producen menos leche. Y también se suman las relaciones adversas de precios y costos, que subieron por el efecto devaluatorio e inflacionario.

Cada argentino consume, en promedio, 190 litros de lácteos por año. Es un consumo alto en comparación con otros países de la región, pero cabe acotar que en esa ingesta está incluido el queso (14 kgs por habitante, que equivalen a 140 litros de leche), y menos de 50 litros de este elemento.