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Aunque con concesiones, el Gobierno avanza con la Ley Ómnibus

Los cambios efectuados hasta ahora en el proyecto oficialista le permitirían a Milei conseguir su aprobación en Diputados

19 de enero, 2024 - 10:13

Las bancadas aliadas al Gobierno – compuestas por los opositores “amigables”, como se los conoce– aguardan con impaciencia en la mañana de este viernes que el presidente Javier Milei acepte los cambios necesarios para consensuar en las próximas horas un dictamen de mayoría que permita la discusión en Diputados de la Ley Ómnibus, que aún frente a la resistencia de la bancada kirchnerista, le pueda dar al oficialismo su primer éxito parlamentario.

En los últimos días, y con el Presidente regresando de Davos, las discusiones fueron febriles para lograr el consenso necesario y acordar cambios del mega proyecto.

Aparentemente, con la baja o los cambios de unos cien artículos, habría luz verde para que se discuta en el recinto de la Cámara baja el controvertido proyecto, en realidad un plan de gobierno que Milei aplicará apenas sea puesto en vigencia.

No fueron pocos los que desfilaron por el despacho del presidente de Diputados, Martín Menem, y allí se tejieron las condiciones para una eventual aprobación de la ley con rapidez y en cierta medida fumar la pipa de la paz. En esa circunstancia, el ministro de Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial Santiago Caputo tuvieron un rol fundamental, mientras que el padre de la criatura, Federico Sturzenegguer, se llamó a silencio.

El ministro de Interior Guillermo Francos, uno de los alfiles del Presidente para que la ley avance.

La dinámica de esta semana y, en especial, de estas últimas 24 horas, se pareció bastante a una negociación, aunque para el primer mandatario esa palabra parezca un pecado capital, habida cuenta de sus dichos sobre lo que denomina la “casta” política.

De todos modos, pareciera ser que esta vez, obligado por las circunstancias, debe ceder también ante sus aliados, con el objetivo de lograr un triunfo pírrico que le permita comenzar a aplicar de inmediato las medidas de shock que propone. Es decir, dar un paso atrás pero seguir avanzando.

Ya no cabe duda de que Milei hizo punta con el DNU 70/23 y después con la Ley Ómnibus a sabiendas de que muchos de los puntos serían cuestionados. Entre ellos, los referidos a la ley laboral (que provocó una esperada e inmediata reacción de la CGT llamando a un paro general para el próximo 24), algunas privatizaciones –como la de YPF–, o concederle al Ejecutivo facultades del Congreso, hacer cambios en el Código Civil y aplicar cargas impositivas a las economías regionales. Justamente lo que está cediendo ahora.

De todos modos, y frente a una muy evidente debilidad parlamentaria –el oficialismo cuenta con solo 38 legisladores y necesita de otros bloques aliados, como la UCR, el PRO y Hacemos Cambio Federal (la bancada que combina a resabios del PRO, la Coalición Cívica y el peronismo no K) podría sumar 132 legisladores para conseguir el éxito y lograr la ley.

Por eso, en las bancadas aliadas el permanente ataque de Milei a los políticos no es del todo comprendido.

De todas maneras, la situación de emergencia que vive la Argentina hace que parte de la oposición –la dialoguista– colabore para que la Ley Ómnibus pase finalmente a ser discutida la semana próxima, a pesar de que las intenciones del Gobierno eran hacerlo este sábado.