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Un sacerdote le dio una lección a un estafador y lo aplaudieron en las redes

El cura recibió un mensaje a través de WhatsApp, con un pedido de dinero. El hombre accedió y le pidió los datos de la cuenta bancaria 

Por Redacción

08 de julio, 2022 - 10:02

Intentaron estafar virtualmente a un sacerdote y él, al tanto de la movida maliciosa, terminó dándole una lección de vida al ciberdelincuente. Juan María Molina, de 35 años, compartió capturas de los chats en su cuenta de Twitter y terminó volviéndose viral.

"¿Te puedo molestar con un favor?", preguntó en primer lugar el estafador, a lo que el cura accedió con un "sí, decime".

El sujeto le planteó que necesitaba realizar una transferencia bancaria, pero que no podía entrar al home banking por lo que su pedido apuntaba a que la hiciera el sacerdote y luego se lo reintegraba. 

El importe solicitado fue de $35.000, a lo que Molina respondió: "¿Estás pasando alguna necesidad? Tal vez puedo ayudar con más o de otra forma, tenemos confianza".

"Es para cancelar un pago", le indican del otro lado, y el cura redobló la apuesta: "¿Pesos o dólares?". 

El joven le pidió los datos de la cuenta para girar el dinero y luego le envió un comprobante un tanto particular: se trataba de una lección.

Que Dios te perdone. Delincuente dejá de robar. Rezo por vos. P. Juan”, fue la frase que eligió para el comunicado final.

 

 

El mensaje que intenta transmitir Molina

En diálogo con TN, el sacerdote contó haber visto la modalidad en varias notas periodísticas y pensó en recrear una respuesta que ya conocía: “Me quedó dando vueltas eso: qué le diría yo si caigo en una situación de estafa. Contaba con estos antecedentes, por eso no lo dudé”.

“No era posible que el número me esté pidiendo ese dinero. La relación con la persona que verdaderamente está detrás de ese número es de cierto trato cordial, pero no lo conozco demasiado. Por eso cuando me pidió esa plata despertó todas mis dudas”, sostuvo Molina.

El sacerdote detalló que, luego de contestarle, decidió bloquearlo por su seguridad.

Además, indicó que “uso Twitter para contar cosas de mi trabajo, pero no tengo muchos seguidores. Lo compartí para advertir, aunque ver todo lo que se generó me tiene asombrado”.

Soy sacerdote desde hace ocho meses, después de 10 años de formación. Una década de estudio, experiencias sociales, pastorales, retiro y mucho silencio. Me tocó vivir en Paraguay, Chile y Alemania”, reveló Molina.

Y completó: “Si hay algo en mi modo de entender el sacerdocio es creer en una Iglesia o un mensaje de Jesús que no sea para unos pocos. Para mí esta estafa fue una oportunidad para expresar esto”.