|13/03/22 06:10 PM

Pese a la guerra, se queda en Ucrania con sus 20 gatos: "Defenderemos la ciudad"

El dueño de un "cat café" en la ciudad de Lviv no teme a los ataques rusos y quiere seguir atendiendo a sus clientes

Por Redacción

13 de marzo, 2022 - 18:13

Serhi Oliinyk tiene 35 años y hace siete que abrió junto a su pareja Marta un café en el que habitan veinte gatos rescatados. El particular local se convirtió en una tendencia de la ciudad ucraniana de Lviv, ya que muchos clientes lo eligen para interactuar con las mascotas.

Ahora, a pesar de la complicada situación que viven los habitantes de Ucrania desde que el Ejército de Rusia inició la invasión de sus ciudades, el comerciante se mantiene firme en el compromiso hacia quienes eligen su negocio para pasar momentos de distensión.

"Cuando nos enteramos de que la guerra había empezado en nuestro país, nos dimos cuenta de que nunca nos iríamos de él, que éste era el único lugar donde nos veíamos en el futuro", asegura el barista amante de los felinos.

 

Mientras cada día miles de ucranianos y residentes optan -con razón- por emigrar del país que se defiende del asedio ruso, Oliinyk continúa abriendo las puertas del café a las 9 y cierra a las 21, una hora antes de que empiece el toque de queda en Lviv. 

"Intentamos seguir haciendo las cosas que hacíamos todos los días: hacer nuestro trabajo, preparar comida y bebida para que la gente que viene a nuestro café se ponga de mejor humor gracias a nuestros veinte gatos que saben perfectamente cómo hacerlo" explica el emprendedor.

 

Pero la honorable decisión del emprendedor no sólo se reduce a aportar un espacio de entretenimiento y distracción sana en medio del caos, sino que también conlleva un importante aporte humanitario: una parte de las ganancias que produce el local gastronómico son transferidas para ayudar al Ejército de Ucrania. "Actualmente necesita apoyo más que nunca", señala Oliinyk.

 

Aunque sabe el peligro que implica la situación, el barista reconoce que la ciudad donde vive le permite mantener su actividad. "En nuestra ciudad está más tranquilo que en la mayoría de las ciudades de Ucrania. A menudo oímos sirenas de ataque aéreo, pero seguimos estando a salvo. No tenemos pánico, nos quedamos con los gatitos y listos para defender nuestra ciudad", relata.

No obstante, ha notado una disminución de su clientela debido al delicado contexto. "Ahora tenemos menos clientes regulares, la mayoría son personas que vinieron de otras ciudades y necesitan comida caliente y emociones positivas" destaca.

TAGS