Le aplicó a un ladrón una toma de aikido y evitó que le robara a su novio

Una vecina de La Plata fue la protagonista del dramático momento que le tocó vivir junto su pareja y un amigo. Fue en la noche del pasado sábado, cuando los tres volvían de una cena y fueron interceptados por una moto con dos sujetos que intentaron robarles. Pero gracias a la valentía de Valeria, el episodio que podría haber sido trágico terminó en consecuencias menores.

Eran cerca de las 3.30 cuando ella y los dos hombres llegaban al edificio ubicado entre las calles 13 y 14. Cuando se estaban despidiendo, el vehículo con los dos delincuentes a bordo se estacionó delante del Honda Fit en el que habían llegado y uno de ellos sacó una pistola.

"Cuando nos bajamos, el pibe tanteó la guantera y manoteó un par de cosas. Después subió de nuevo a la moto. Parecía que se iba. 'Ya está, terminó', pensé. Pero no. Se bajó de la moto y nuevamente vino a nosotros. 'Quiero los dólares y las joyas', le dijo a mi amigo", contó Valeria al diario platense El Día.

Ante la negativa del conductor, que no lograba hacerle entender al asaltante que no contaba con eso que le pedía, éste insistió varias veces poniéndose cada vez más nervioso. Fue ahí cuando la mujer cayó en la cuenta de algo importante.

"No salía de mi asombro cuando vi al pibe que manejaba la moto. Los tres coincidimos en que a lo sumo tendría 12 años. Creemos que cuando subió a la moto, manipuló al más grande y lo hizo volver. Se le debe haber ocurrido dólares y joyas porque lo escuchó en la tele". 

Y fue en ese momento cuando Valeria decidió actuar. Lentamente, se desplazó por un costado del vehículo hacia donde estaba el ladrón y lo tomó por la espalda. "Le hice una palanca. Cuando lo tenía bloqueado, mi amigo y mi pareja intentaron quitarle el arma. Pero el pibe reaccionó y les apuntó. Yo justo alcancé a trabarle el brazo y los tiros salieron hacia abajo", relató.

Desafortunadamente, dos balazos que rebotaron hirieron las piernas de sus amigos, mientras que otro impactó contra el frente del edificio. Luego de disparara, el delincuente se liberó de la llave y se escapó con su acompañante. Los hombres que acompañaban a Valeria, por su parte, fueron conducidos al Hospital San Roque de Gonnet y al San Martín, donde los curaron y fueron dados de alta.

Horas después, Policía Científica acudió para investigar lo sucedido y comprobó que el asaltante había vaciado el cargador del revólver calibre 22 que llevaba. "Cuando tenía bloqueado podría haberle roto el cuello y se terminaba todo ahí. No lo hice porque valoro la vida, más allá de que mi amigo y mi novio estuvieron a centímetros de morir desangrados”, expresó Valeria, quien advirtió que "la sacaron barata porque podría haber sido una tragedia”.