Vitamina D: ¿culpable de los problemas de erección?

La pandemia por coronavirus modificó en forma sustancial el modo de vida de millones de personas. Estar encerrados en casa, con poca exposición al sol y al aire libre, puso en evidencia que algo estaba faltando y esto se vio en el organismo de muchos: la falta de vitamina D, esencial para la salud vascular, ósea, cardíaca y (esto es lo sorpresivo) contrarrestar la disfunción eréctil. Pero la pandemia ya pasó, y estos problemas siguen existiendo.

Según estudios médicos recientes, los análisis de laboratorio de varios pacientes evidenciaron una merma de esta vitamina en el organismo. Que en dichos análisis aparezcan valores inferiores a 30 nanogramos por mililitro de sangre es un indicativo de deficiencia de esta vitamina, y allí se recomienda una consulta médica para evaluar síntomas y modo de suplir dicha falta.

La vitamina D se genera en el cuerpo con la exposición al sol, y en menor grado por el consumo de alimentos. Existe en dos formas: vitamina D3 y vitamina D2, pero ambas se metabolizan de manera similar. 

¿Cuáles son los casos en los que habría que chequear los valores de esta vitamina en el organismo? La advertencia rige para pacientes que presenten estas características:

-enfermedades crónicas (insuficiencia renal, cardíaca, hepática, etc.)
-fracturas
-caídas
-osteoporosis
-postoperatorio de cirugías bariátricas
-hipo e hipertiroidismo (enfermedad de las glándulas paratiroides) 
-diabetes tipo II
-enfermedades intestinales con síndrome de mala absorción
-cáncer
-enfermedades pulmonares (incluyendo asma y EPOC)
-mujeres embarazadas y lactantes
-personas que realizan tareas en espacios cerrados
-tratamientos con antirretrovirales
-antimicóticos (fármacos para hongos)
-corticoides

Vitamina D y la disfunción eréctil

Son varios los estudios que indican la influencia de esta vitamina en los problemas de erección. Si bien la falta de vitamina D no es causa concreta de un problema sexual, puede ser un motivo asociado por la acción que comete en el endotelio (es decir, la capa de las células que cubren los vasos sanguíneos). El paso de los años y las enfermedades como diabetes I y II, hipertensión arterial, tabaquismo y aumento de colesterol y triglicéridos dañan a los vasos sanguíneos. Y aquí es cuando aparece el nexo entre la vitamina y la función de llegar a la erección.

Es que este componente actúa sobre la inflamación de los vasos sanguíneos, y baja la posibilidad de que se formen trombosis o placas de colesterol que, al tapar los vasos, impidan la circulación. Es por esto que un hombre con disfunción eréctil orgánica (no psicológica) debería consultar al médico por los valores de vitamina D. Se trata, ni más ni menos, que de un motivo para la salud general y la sexual.