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Adictos al sol: qué es la 'tanorexia' y cuáles son sus riesgos

Paula Luna, dermatóloga especialista en niños, explicó que algunas personas que padecen esta condición tienen "un trastorno derivado de la falta de autoestima"

Por Redacción

27 de diciembre, 2022 - 18:16

A lo largo del año, muchas personas son fanáticas del bronceado los 365 días del año y sorprendentemente, se conoció luego de una investigación que este deseo de tomar sol y tener un color bronceado, esconde detrás una patología.

Paula Luna, dermatóloga especialista en niños, El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano News) y explicó que algunos "adictos al sol", tienen "un trastorno derivado de la falta de autoestima".

“El término tanorexia, el Tan es de estar bronceado y orexia es la pasión por estar bronceado, es una patología que existe", comenzó explicando la especialista.

Si bien es un término algo "nuevo", la entrevistada consideró que hay que ser conscientes de que "existe" y que a pesar de todas las advertencias estas personas eligen seguir bronceándose y "sufren daños solares".

En este sentido, indicó que hay que entender que "el bronceado es un sinónimo de daño solar" y que "es imposible darse cuenta a simple vista el daño, ya que es microscópico, es a nivel celular". Las personas de tez blanca "pasan al rojo" y las personas morochas "también se ven perjudicadas aunque el daño no sea del todo visible".

Asimismo, destacó que los expertos, pueden darse cuenta de lo que sufre la piel "primero viendo el bronceado, la tanorexia, que no es solamente que están intensamente bronceadas sino que están bronceadas todo el año y además tienen muchas arrugas o pecas, porque mucho sol también arruga mucho", entonces expuso que teniendo en cuenta esto intenta convencer a los pacientes de que también perjudica la estética, porque "el exceso de sol no solo produce cáncer de piel sino que también puede producir más arrugas, envejecimiento, la piel se pone más fea, difícil de revertir en el futuro".

“Por ahí cuando no hace tanto calor, porque hay viento, uno está en la playa, ahí es importante saber que hay que protegerse igual del sol. Lo mismo pasa en el invierno cuando van a esquiar que vuelven los pacientes intensamente quemados porque uno tiene la falsa sensación que el sol no quema y este está quemando igual", aseguró.

Finalmente, aconsejó que "entre las 10 y las 16 habría que intentar no estar debajo del sol", como ya se conoce y además, sostuvo que "hay que colocarse varias veces protector solar, "porque no es efectivo por mucho tiempo".