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La tecnología y los trastornos en el sueño de los niños

Cada vez más pequeños sufren problemas de descanso y el aumento se atribuye al uso de medios y dispositivos digitales antes de irse a dormir. También contribuyen a la obesidad infantil y a los problemas de salud mental 

Por Redacción

05 de octubre, 2018 - 11:17

Los especialistas advierten que el número de ingresos de niños y jóvenes con trastornos del sueño ha aumentado considerablemente en la última década, cifra que es aún más notoria en menores de 16 años. Hoy en día es muy común que los pequeños, incluso los adultos, no se separen del celular ni de la tablet, incluso a la hora de acostarse, hecho que no solo nos provoca dificultad a la hora de conseguir un buen descanso, sino que repercute en toda nuestra rutina a lo largo del día. Sin un buen reposo, el rendimiento intelectual de cualquier ser humano disminuye ampliamente.

Algunos expertos consideran que no deberíamos estar demonizando las redes sociales, sino que deberíamos enseñar a los padres a establecer límites para sus hijos. "Sabemos que la luz azul de las pantallas llega inmediatamente a las células cerebrales que regulan el sueño, impidiendo de esta manera que generemos melatonina, la hormona que nos hace dormir. Como consecuencia no solo descansamos poco, sino que en menor calidad. En realidad estos problemas se deben a una mala crianza de los hijos, no a las redes sociales", explica la experta en desintoxicación digital Tanya Goodin. "Si los niños se quedan despiertos hasta tarde por la noche, la culpa debe ser de los padres, no de las compañías".

 

¿Cómo evitar trastornos en el sueño infantil?

Vicki Dawson, fundadora de Children´s Sleep Charity, financiada por NHS Doncaster, también subraya la importancia de que los adultos establezcan reglas estrictas sobre la hora de acostarse. “Estamos viendo cada vez más familias donde ambos padres trabajan y esto puede significar que la hora de dormir se lleve a cabo cada vez más tarde”, dijo. "Una buena rutina es clave para fomentar un buen descanso. La dieta juega un papel importante también. Vemos niños y jóvenes que consumen mucha azúcar e incluso bebidas energéticas para tratar de compensar la falta de sueño que están experimentando. Esto tiene un fuerte impacto nocturno ".

 

Consecuencias en el trastorno de sueño infantil

Sin embargo, este conflicto es solo uno de los múltiples que el uso de dispositivos y medios digitales producen, los niveles de obesidad y la salud mental también se ven afectados. Estar tantas horas en permanente contacto con la tecnología provoca, en consecuencia, menos contacto con la naturaleza y el exterior. Los niños son cada vez más anti sociales y pasan la mayor parte del día en sus casas, generando un  nivel de obesidad que es realmente preocupante. La investigación también sugiere que no dormir lo suficiente puede llevar a un aumento de peso, por lo que los dos factores están estrechamente relacionados. “Tenemos dos epidemias principales entre los niños. Uno es la obesidad y el otro es la salud mental, y lo que sustenta ambos es el sueño ", dijo Michael Farquhar, consultor en medicina del sueño en el hospital infantil Evelina, parte de la fundación de la fundación NHS de Guy and St Thomas. 

“Siempre pensamos que el sueño era una consecuencia de la gordura, pero cada vez se comprende mejor que es el insomnio lo que contribuye a esto. Cuando estás privado de un buen descanso, tu cuerpo responde alterando las hormonas que afectan el apetito y el hambre, haciendo que anhelemos cosas poco saludables cuando estamos cansados ", afirmó.

 

¿Cuántas horas deben dormir los niños?

Los médicos afirman que los niños menores de 5 años deben dormir entre 10 y 11 horas por día, mientras que las recomendadas para los adolescentes son 9. Actualmente, debido a la influencia de la tecnología y los dispositivos móviles, los números se encuentran ampliamente por debajo de lo sugerido.

La solución consiste en un estricto control por parte de los padres y una clara rutina de sueño que se respete, sea consistente y no se vea afectada, al menos durante los días de la semana. La clave es ser flexibles, hacerles entender a los pequeños la importancia de un buen descanso, de una buena alimentación y actividades al aire libre que dispersen sus mentes.