Video: Neuralink prueba chips en cerebros humanos

Neuralink, empresa fundada por Elon Musk, finalmente recibió la aprobación de los organismos reguladores de Estados Unidos para llevar a cabo pruebas de implantes cerebrales en seres humanos.

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Neuralink informó de su “importante primer paso” a través de un comunicado en su cuenta de Twitter, en el que celebró la decisión de la Administración estadounidense de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés).

Esta tecnología busca que las personas puedan comunicarse con las computadoras.

“¡Nos complace anunciar que hemos recibido la aprobación de la FDA para lanzar nuestro primer estudio clínico en humanos! Este es el resultado de un trabajo increíble realizado por el equipo de Neuralink en estrecha colaboración con la FDA y representa un primer paso valioso que algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”, se lee en el mensaje publicado por la compañía.

El reclutamiento para el ensayo clínico ya comenzó y se espera que Neuralink brinde más detalles en un futuro cercano.

El propósito principal de estos implantes es habilitar la comunicación directa entre el cerebro humano y las computadoras u ordenadores, con el objetivo de restaurar capacidades como la visión o movilidad que se han perdido. Estos implantes están siendo desarrollados utilizando chips del tamaño de una moneda, aunque todavía se encuentran en una fase de prueba.

“Hemos estado trabajando duro para estar listos para nuestro primer implante humano y, obviamente, queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que funcionará bien antes de poner un dispositivo en un humano”, comentó al respecto Musk, meses atrás y sumó: “En un principio, permitiríamos a alguien que casi no tiene capacidad para manejar sus músculos (...) manejar su teléfono más rápido que alguien que tiene manos que funcionan”.

“Por milagroso que pueda parecer, estamos seguros de que es posible devolver la funcionalidad de todo el cuerpo a una persona con la médula espinal seccionada”, confió.

Tras largos años de conversaciones y negociaciones, la FDA finalmente tomó la decisión de autorizar las pruebas de Neuralink. Este proceso fue especialmente prolongado debido a la ambiciosa visión de Elon Musk, como suele suceder en casos similares. Desde 2019, Musk anunció el inicio de las pruebas en seres humanos, pero la agencia reguladora rechazó sus solicitudes en múltiples ocasiones.

En consecuencia, la compañía llevó a cabo ensayos en animales, incluyendo a monos, como parte de su proceso de desarrollo.

Una de las pruebas realizadas tuvo lugar en la Universidad de California, Davis, entre 2017 y 2020. En ese experimento, se implantaron chips en los cerebros de monos.

Durante la presentación de Neuralink, la empresa exhibió imágenes de los monos jugando con videojuegos simples y moviendo el cursor en una pantalla, gracias a los implantes cerebrales. Estos avances mostraron el potencial de la tecnología para permitir a los animales realizar acciones controladas por la actividad cerebral.

Neuralink enfrentó fuertes denuncias por parte de grupos defensores de los derechos de los animales debido a estas prácticas. Algunas organizaciones señalaron que algunos de los monos involucrados en los experimentos presentaban falta de dedos en sus manos y pies, posiblemente debido a automutilación u otros traumas no especificados. Además, se advirtió sobre casos de muertes durante "procedimientos terminales" y menciones de perforaciones craneales.

Es importante tener en cuenta que esta información se basa en las denuncias hechas por grupos defensores de los derechos de los animales. Neuralink y las instituciones involucradas podrían tener perspectivas diferentes sobre estos eventos.

“Casi todos los monos a los que se les colocaron implantes en la cabeza sufrieron efectos de salud bastante debilitantes. Estaban, francamente, mutilando y matando a los animales”, comentó al conocerse estos hechos el director de defensa de la investigación del Comité de Médicos para la Medicina Responsable, Jeremy Beckham.

Por otro lado, la autorización de la FDA se da en un momento en el que la inteligencia artificial está avanzando a pasos agigantados y hasta ha llevado a muchos expertos -entre ellos Musk- a replantearse el desarrollo de esta tecnología.

Según informó el magnate, con estas pruebas, más allá del potencial que puedan tener en el tratamiento de enfermedades neurológicas, lejos está de su voluntad abrumar con ellas a la humanidad.