Actores de cine, amenazados por la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial (IA) es el gran avance de los últimos años, y aunque el camino por recorrer es todavía muy largo, con demasiada rapidez han proliferado decenas de tipos de ella para adecuarse a las necesidades que tienen los usuarios habituales, como sustituir el asistente de Google o tener la capacidad de crear audios enteros.

En este marco, OpenAI, la empresa que está detrás de ChatGPT,  ha lanzado Sora, una IA capaz de crear videos desde cero a partir de descripciones textuales. Aunque ya existía la posibilidad, hasta ahora no eran muy eficaces, pero parece que OpenAI ha dado un golpe sobre la mesa y ha demostrado que sigue siendo la empresa puntera en estos temas.

Dirigida por Sam Altman, un alto ejecutivo de OpenAI, la firma está marcando un nuevo rumbo en el encuentro de la inteligencia artificial y el entretenimiento, como los videos y el cine.

Precisamente con el objetivo de revolucionar la industria cinematográfica, Altman estaría planeando integrar la IA en Hollywood a través de Sora, la avanzada herramienta de creación de videos hiperrealistas que está todavía en desarrollo.

¿Qué pasaría con los actores?

Sora es capaz de crear escenas complejas con personajes interactuando entre sí y relacionándose entre los ellos de manera realista. Además, puede crear interacciones con el mundo real e incluso asegura que pueden crear nuevos mundos.

Ante este panorama, muchos suponen que la incorporación de tecnologías como Sora en la industria del cine podría transformar significativamente el rol de los actores. Entienden que mientras la capacidad de generar personajes hiperrealistas a través de descripciones textuales abre nuevas fronteras creativas, también plantea interrogantes sobre el futuro de la actuación tradicional.

Los actores podrían enfrentarse a un entorno en el que su capacidad para adaptarse a medios digitales se vuelva crucial, potencialmente impulsándolos hacia roles que requieran mayor interacción con tecnologías de IA.

Sin embargo, hay otros que defienden la tecnología y piensan en intentar nuevos tipos de actuación y exploración de narrativas aún no experimentadas, redefiniendo el arte de contar historias.

Por todo esto, en el ambiente de Hollywood se discute si la IA podría provocar o no la eliminación de unos 200.000 puestos en los próximos años, y sobre todo cuál será el impacto en trabajadores de niveles inferiores teniendo presente su capacidad para generar contenido de video a partir de texto.

Esto plantea preocupaciones sobre la seguridad laboral y el futuro de la industria del entretenimiento, y se supone que provocará una tensión entre la innovación y el empleo que actualmente requiere esa actividad.

Al respecto, se supone que en la lista de puestos de trabajo amenazados se incluiría a los guionistas, ya que se podría reducir la demanda de éstos en las etapas iniciales de las producciones cinematográficas.

Por otra parte, los actores temen que haya menos necesidad de su participación en roles simples, los que podrían ser bien reemplazados por la tecnología, algo que también podría ocurrir entre los especialistas para escenas de acción como en las que actúan los dobles de riesgo.

Finalmente, otros dos sectores que temen la reducción de sus posibilidades son los de la producción, con menos equipos dirigidos por humanos, y la posproducción, debido a la automatización de la edición y los efectos visuales.

Sea como sea, hay algunas alternativas para minimizar los costos del imparable avance tecnológico. Una de ellas es aceptar que llegó para quedarse y, más aún, para ampliar sus posibilidades, y en consecuencia encarar los cambios personales y profesionales imprescindibles para no ser vencidos en esta batalla cultural.

Elaborada con información de Infobae y El Confidencial