|05/04/23 08:54 AM

Haciendo patria: seis familias, incluyendo niños, vivirán un año en la Antártida

A los cinco integrantes que trabajarán en la base Esperanza se les suman un matrimonio docente y 17 chicos

Por Redacción

05 de abril, 2023 - 08:54

Un contingente de seis familias llegó a la Antártida Argentina este lunes, más precisamente a la Base Esperanza. Allí fueron recibidos con abrazos, vítores y besos por parte del personal. Parte de este grupo son parejas y padres de los recién llegados, pero también un grupo de 17 niños y niñas que habitarán el lugar durante un año.

A las parejas de los científicos y operadores que permanecían en el continente blanco se les agrega un matrimonio de docentes, quienes impartirán las clases en la escuela que funcionará en la Antártida. Llegaron a bordo del rompehielos Almirante Irízar, al que habían subido el sábado 1 de abril por la tarde. 

La base Esperanza fue inaugurada en 1952 por el general Edgar Leal, con el fin de construir un poblado habitado por familias. El motivo de fondo de esta iniciativa es consolidar los derechos soberanos de Argentina sobre el territorio antártico, por lo que esta base es diferente a las del continente. Allí pueden verse edificios habitables comunes para todo el personal, además de un caserío con una vivienda independiente para cada miembro de la dotación que está acompañado por su familia.

Existe también una radio: la LRA 36 Arcángel San Gabriel, que es parte de la cadena de Radio Nacional. Asimismo puede encontrarse una escuela, la Nº 38 Raúl Alfonsín, que depende de Tierra del Fuego, una oficina postal, un museo y una capilla, entre otros servicios propios de la urbanización.

 

En la Campaña Antártica de Verano, cinco familias voluntarias fueron elegidas por el Comando Conjunto Antártico. La sexta familia está compuesta por los docentes de la escuela, que fueron seleccionados en un concurso de cargo orientado a parejas de maestros y profesores, gestionado por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Tierra del Fuego.

Los cinco miembros de la dotación que estaban trabajando en la Antártida recibieron a sus parejas, que llegaron en helicóptero. La ansiedad crecía en ambos lados, y los niños corrían a abrazarse con sus padres una vez que la nave tocó tierra. Hubo un momento íntimo para que las familias pudieran reencontrarse en las casas, pero inmediatamente hubo que seguir con los trabajos logísticos en la costa y en el helipuerto, para descargar los enseres y el combustible necesario para sobrevivir en el invierno antártico.

 

Ubicación de la Base Esperanza (imagen de Google)

El periplo completo para llegar a la Antártida supuso viajar por tierra, aire y mar. Comenzó el jueves, en la base aérea El Palomar, con un vuelo en un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina. Hubo una escala de algunas horas en Río Gallegos antes de llegar a la base Marambio, donde subieron a un helicóptero para abordar el rompehielos, el cual finalmente los dejó en la base Esperanza.

Damián, de 17 años, es uno de los chicos que llegó a la Antártida. "Esto es mucho más de lo que esperaba", dijo el joven. "Es una experiencia hermosa, y no encuentro palabras para expresar lo que siento", comentaba emocionado, y dijo tener "muchas expectativas" de su estancia en la base.

 

"Sé que va a haber momentos difíciles, con tormentas de nieve, y me voy a tener que quedar adentro varios días. Pero van a pasar, y voy a salir a disfrutar. Soy de los que aman el frío", contaba Damián, quien cursará el sexto año de la secundaria a través del Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino. "Espero terminarlo sin llevarme ninguna materia", sumó.

La Escuela N° 38 "Raúl Alfonsín" tendrá este año doce estudiantes de nivel primario y uno de nivel inicial, mientras que otros cuatro adolescentes cursarán el nivel secundario a través del Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino (Seadea), aprovechando la instalaciones de ese centro educativo.