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Día del Canillita: el curioso origen de una celebración argentina

Cada 7 de noviembre se conmemora el día de los encargados de distribuir revistas, diarios y demás publicaciones en papel. Por la jornada, los trabajadores se toman franco y se suspende el reparto en todo el país

Por Redacción

07 de noviembre, 2023 - 11:54

Las costumbres van mutando, y lo que hoy es algo común, mañana puede no serlo. Los hábitos de lectura de los argentinos mutan, pero nadie quiere quedarse fuera de la actualidad. Si ahora leemos diarios online, hay que recordar que hasta no hace mucho los diarios y revistas en papel eran objetos obligados para quien quisiera saber qué ocurre en el mundo.

Y los encargados de llevar aquellas viejas noticias a las casas de la gente eran (son) los canillitas, trabajadores encargados de la distribución y venta de publicaciones. En kioscos, en bicicleta, parados en una esquina, los queridos obreros del papel son los responsables de que tal o cual publicación llegue a nuestras manos.

El Día del Canillita, que se celebra este 7 de noviembre, es la fecha en la que se homenajea a Florencio Sánchez, periodista y dramaturgo, creador de la obra teatral Canillita. En esa pieza teatral quedaban representados aquellos niños de hace menos de 100 años que vendían periódicos en la calle.

Sánchez apodó "canillitas" a los chicos de aquel entonces por sus piernas delgadas. A partir de ese momento la palabra quedó unida al concepto de "vendedor de diarios". La pieza teatral fue un verdadero éxito, y lo más importante es que fue muy bien recibida por los diareros.

Oficialmente, el Día del Canillita se instauró en 1947, 30 años después de la muerte de Florencio Sánchez. En este sentido, cada 7 de noviembre es un "día libre" para los canillitas, y los repartidores se toman franco. Resultado: no hay diarios en versión papel en todo el país.

Pero si nos vamos más atrás en el tiempo, deberíamos situarnos en 1898. El 1 de enero de ese año comenzaba la distribución del diario La República, creado por el senador nacional, escritor y abogado Lisandro de la Torre. La aparición del diario fue celebrada y se convirtió en todo un acontecimiento.

"¡La República a medio peso!", se les oía decir a los chicos que, con los diarios bajo el brazo, irrumpían en las avenidas. Esa forma de vender los diarios fue una novedad, porque hasta ese entonces los diarios se comercializaban a través del correo, por suscripción, o comprándolos en las imprentas.