De una solución para un hijo autista a una pyme exitosa

La vida propone problemas, y muchas veces la búsqueda de soluciones termina en lugares insospechados, pero que a la vez pueden ayudar a personas que experimenten sucesos parecidos, e incluso solucionar carencias del mercado en puntos muy específicos.

Ignacio Conde, dueño de BotiK Puro, contó: “Hace 12 años que estamos en el mercado; este septiembre cumplimos 12 años y todo empezó hace 15. A mi hijo le diagnosticaron autismo severo, en ese momento, porque después hubo distintos diagnósticos que se fueron complementando, porque él tiene un trastorno metabólico agudo, entonces generaba intolerancia alimenticia, hacia muchas crisis, tenía problemas intestinales y el médico nos dijo que no podíamos consumir ningún alimento envasado".

Esta experiencia, entonces arrancó buscando resolver ese tema, según narró en El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por http://ciudadano.news), "así que en ese momento yo estaba al tanto de los productos orgánicos, preguntamos si podía ser eso y dijo que sí, entonces nos pusimos en la búsqueda de conseguir todos esos productos, que hace 15 años atrás era bastante difícil", explicó el entrevistado".

Por ese entonces la industria de producción orgánica en alimentos en Argentina era incipiente, "así que empezamos a tratar de conseguir productos de afuera, y al poco tiempo nos dimos cuenta que teníamos que hacer lo mismo con los productos de higiene y de cosmética, porque la intolerancia también entraba por piel", continuó conde. 

"Es similar a lo que les pasa a los celíacos, que cuando la celiaquía es severa, no podes estar ni siquiera en contacto con cosas que tuvieron el contacto con el gluten, ilustró.

"Ahí que nos pusimos a investigar y vimos que había productos en otros países pero en Argentina no, sí conseguíamos algunos jabones, que eran 100% vegetales, muy costosos. Entonces, después de 2 años de llevar este lio, porque para traer un producto, para entrarlo por aduana, teníamos que pedir permiso a la Anmat, conseguir órdenes, todo se hacía escabroso", relató, de lo que fue el germen de la idea: 

"Un día le dije a mi mujer, si hacemos esto como algo grande, como un negocio. Empezamos a averiguar y nos dimos cuenta que lo mejor era ver la posibilidad de producirlo en el país. Estuvimos 2 años investigando como era el negocio, cómo se hacían los productos, qué tipo de productos queríamos hacer y llegamos a la conclusión y vimos la posibilidad de elaborar un jabón 100% vegetal".

También fueron por la idea de hacer el shampoo, la espuma de baño, "poco a poco sabíamos que quienes usaban este tipo de productos iban a necesitar toda la línea de productos de higiene y cosmético, así que fuimos por los bálsamos labiales, por los desodorantes, jabón líquido, acondicionador", resaltó.

Cada uno de esos desarrollos duró un par de años, porque tenían que hacerlos desde cero, muchas veces sin las materias primas. "Tuvimos que mandar a desarrollar materias primas, porque no queríamos usar derivados del petróleo, y el 95% de los ingredientes de los cosméticos son derivados del petróleo y tener que cambiar eso muchas veces implicaba tener que rediseñar materias primas para reemplazar", explicó.

“Este no era un mercado del que veníamos", recordó Conde, "yo era artesano, hacia vitro, mi mujer era artista plástica, hacíamos ropa de diseño, y esto fue un cambio radical en nuestras vida"

Vendimos un departamento que teníamos para invertir y desarrollar la empresa y a los 5 años ya teníamos unos 6 o 7 productos, y a partir de eso comenzó una carrera. Llegamos a tener 150 productos desarrollados, hoy empezamos a achicar, a discontinuar y hoy en día somos una empresa que exporta a los países, a Europa, Taiwán, a Dubai, estamos en estéticas, en farmacias".

“Este es un producto cuidado, tenemos una política dentro de la empresa, que es nunca bajar la calidad en beneficios de la rentabilidad. Todos nuestros productos están pensados para gente que tiene intolerancia o problemas de piel. Tenemos una línea hipoalergénica y dermatológicamente testeada. Todos son productos aptos para celíacos, son veganos, libres de gluten y cafeína. Siempre estuvimos enfocados en los niños”, completó.