¿Cómo viajar con tus hijos al exterior sin problemas? La autorización notarial que necesitas

Cuando se acerca el verano, muchas familias planifican sus vacaciones y, en algunos casos, los menores viajan con solo uno de sus padres si estos están separados, o con parientes o amigos. Para evitar problemas y garantizar la seguridad de los hijos, es necesario gestionar una autorización notarial que permita su salida del país.

Esta autorización es obligatoria siempre que el menor figure en la partida de nacimiento con ambos padres, aunque solo lleve el apellido de uno de ellos o sus progenitores estén o no casados. De esta forma, se respeta el derecho de los padres a decidir sobre el viaje de sus hijos y se previene el riesgo de sustracción internacional de menores.

Para otorgar la autorización notarial, los padres deben acudir a un escribano público, que es el profesional que los asesora y los orienta sobre el contenido y el alcance de la misma. El escribano público vela por el interés superior de los hijos y por la seguridad jurídica de los padres, y les explica los aspectos que deben tener en cuenta al autorizar el viaje, como el destino, la duración, las emergencias, etcétera.

“En cada autorización es el notario el que guía y explica a los progenitores sobre el contenido de la autorización, para que la misma contemple otros aspectos de interés para los niños, niñas y adolescentes y sus padres”, explicó Luis Tonelli, presidente del Colegio Notarial de Mendoza.

Para realizar el trámite, los padres deben presentar su DNI y el DNI de los hijos que viajarán, así como las partidas de nacimiento originales de los menores (se recomienda que no tengan más de dos meses de antigüedad). Además, los padres deben declarar que no están privados de su responsabilidad parental.

La autorización notarial debe ser legalizada para que tenga validez fuera de la provincia o del país, según el caso. Si la autorización incluye otras facultades, también debe ser apostillada. Estos trámites se realizan en el Colegio Notarial de Mendoza.

Con la autorización notarial, los padres pueden estar tranquilos de que sus hijos viajan con todas las garantías y de que se respetan sus derechos y los de sus hijos. Por eso, es conveniente tramitarla con anticipación y con el asesoramiento de un escribano público.