Aeroclub Mendoza: 106 años de una fecunda actividad que también beneficia a la comunidad
Creada en 1915, la institución ubicada en Luján de Cuyo es una de las precursoras de la aeronáutica argentina y la más antigua del país dedicada a la formación de pilotos civiles
Por Redacción
Hoy cumple 106 años de vida el emblemático Aeroclub Mendoza, fundado oficialmente el 2 de agosto de 1915 y convertido en la institución de vuelo más antigua del país.
Situado en la provincia Argentina de Mendoza, en la localidad de La Puntilla, Lujan de Cuyo, se encuentra unos de los aeroclubes precursores de la aeronáutica argentina.
El comienzo de la historia
En 1908, un grupo de “navegantes del cielo", entre los que se encontraban los hermanos Jorge y Eduardo Newbery, concretaban la fundación del Aeroclub Argentino, semilla de la aviación civil y militar argentina. Tres años después, un puñado de mendocinos se reunió con visiones e inquietudes aeronáuticas, hecho del que se puede decir que en él tuvo sus orígenes el Aeroclub Mendoza.
En 1912 Mario Casale, un italiano radicado en Mendoza, se constituyó en el primer piloto en volar sobre suelo mendocino, elevándose desde un corredor ubicado al costado del actual lago del Parque General San Martín.
Corría el año 1914, y en oportunidad de inaugurarse el fenomenal monumento del Cerro de la Gloria, volaron sobre él el experimentado piloto Teodoro Fels y el ya mencionado Casale, ante el asombro y deleite de los asistentes que concurrieron al acto.
Poco tiempo después, el 2 de agosto de 1915, quedó oficialmente fundado el Aeroclub Mendoza, y obtuvo su personería jurídica el 1 de octubre del mismo año.
El Aeroclub Argentino, primera entidad aeronáutica Argentina y filial de la Federación Aeronáutica Internacional, lo reconoció y recibió en su seno el 19 de noviembre de ese año, siendo elegido como su primer presidente el doctor Belindo Sosa Carrera.
En 1922 el Aeroclub obtuvo una nueva personería jurídica acordada por el decreto provincial Nº 329 del 20 de mayo de 1922, la que conserva actualmente.
Escenario de epopeyas
Los Tamarindos, conocido posteriormente como Campo de Aviación El Plumerillo y actual asentamiento de la IV Brigada Aérea, de la Fuerza Aérea Argentina y el aeropuerto internacional Ingeniero Gabrielli, fue el espacio donde se inició la actividad aeronáutica civil, comercial y militar desarrollada hasta el año 1947.
Con el tiempo se convirtió en la base de operaciones de varios famosos pioneros de la aviación nacional y extranjera que despegaron de este suelo, pilotos como Jorge Newbery, Teodoro Fels, Mario Casale y otros.
El predio, originalmente perteneciente a la familia Bonfanti, fue cedido para el desarrollo de la actividad aeronáutica.
En la década que transcurre entre 1947 y 1957, el Aeroclub Mendoza se trasladó al distrito de Agrelo, distante a 28 kilómetros de la capital mendocina, donde realizaba sus actividades aéreas operando sobre pista de tierra.
En ese mismo lapso, la institución recibió a una gran cantidad de adeptos, entre los que se encontraban varias personalidades de la época, que fueron quienes contribuyeron en gran forma al desarrollo de la institución, escribiendo páginas memorables de la aviación nacional y provincial.
Entre ellos se destacaron Patricio Sguazzini, a quien posteriormente se le tributaron honores tales como denominar con su nombre al hangar principal de las nuevas instalaciones que fueron ubicadas en 1958 en su actual asentamiento de La Puntilla.
El esfuerzo realizado por los socios y las obras materializadas desde esos tiempos en instalaciones, material de vuelo y aeronaves, como así también en el estricto cumplimiento con las legislaciones aeronáuticas, ha sido una constante del Aeroclub Mendoza.
Uno de sus últimos logros ha sido la incorporación a su flota de un nuevo avión de instrucción, similar al que utiliza la Fuerza Aérea Argentina en su escuela de Córdoba. Se trata de una aeronave Tecnam Modelo Sierra, de procedencia italiana, y armada en Rivadavia por la empresa Aerotec.
Esta incorporación le permite a la institución continuar preparando a pilotos, como lo viene haciendo desde hace muchos años con varios que hoy prestan servicio en importantes empresas aerocomerciales del país, además de quienes vuelan por el solo placer de estar en el aire y sentir una particular sensación.
Además, también presta importantes servicios a la comunidad en situaciones de emergencias sirviendo como base, por ejemplo, de aviones hidrantes utilizados en casos de incendios de grandes extensiones, o como transporte sanitario.
Todo esto hace que la institución sea considerada como esencial en casos de crisis y así responde cuando es necesario contar tanto con sus aeronaves como con las instalaciones específicas para la concreción de misiones aéreas en beneficio de la comunidad.