Productores y Gobierno acordaron la pelea contra la polilla de la vid
Tras una fuerte controversia presentada en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados de Mendoza y la negativa de los productores vitivinícolas de toda la provincia de pagar por la campaña de lucha contra la polilla de la vid, hubo un acuerdo.
Tras arduas negociaciones entre el Gobierno provincial, viñateros y bodegueros, se confeccionó un nuevo acuerdo, en el que se bajaron los niveles de enfrentamiento porque se logró hacer un esquema de pago del programa en forma más cuantitativa y cualitativamente.
Por eso, la Cámara baja le dio media sanción al proyecto de ley y los productores abandonaron la idea de manifestarse en las rutas de la provincia.
Al respecto, El Ciudadano entrevistó al gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, Sergio Villanueva, quien destacó: “Estamos todos de acuerdo (Gobierno y productores) que habrá campaña contra la lobesia, porque si esta ley no sale, no hay tiempo para licitar la compra de feromonas y los elementos técnicos”.
En cuanto a cómo se logró alcanzar este acuerdo, dijo: “Priorizamos la lucha contra la polilla de la vid. Con respecto a la distribución interna, dimos prioridad a sacar la máxima cantidad de productores del pago que en un principio se los incluía. Entonces se fue ampliando el límite del no pago de cinco hectáreas a diez hectáreas, donde quedaron exento alrededor de un 70% de productores”.
Refiriéndonos a qué paso con el resto de los productores, el gerente explicó que “pagarán $1.500 con ese mínimo no imponible, es decir, que el que tenga 20 hectáreas pagará por diez, el que tenga 30 hectáreas lo hará por 20, y así sucesivamente. Se disminuye el costo efectivo”.
“La realidad es que las empresas lo quieren hacer por su propia cuenta y estaríamos hablando de $3.000 por hectárea, por eso son importantes los $1.500. Le dijimos al Gobierno que en el caso de conseguir más fondos de parte de la Nación, se vuelva a equilibrar la balanza para no descontarlo del sector privado, es decir, eliminar el aporte o reducirlo. Por lo pronto, la lucha se inicia con el aporte de $1.500 por hectárea”, dijo Villanueva.
Y continuó: “Esta plaga se esparce por todo el mundo y se hace difícil controlarla. Organismos nacionales como el SENASA tienen responsabilidades directas. Por eso es importante que la lucha contra la lobesia no se detenga. Las caídas de producción que hemos tenido en el 2016 y 2017 fueron muy duras e implicó aumentos muy grandes, porque para el consumidor se hacía difícil pagar lo que se pedía en góndola. Por eso no podemos repetir el esquema y debemos buscar los equilibrios”.
“En definitiva, si la Argentina tiene plagas y las combate insuficientemente, perjudicaría no solo el mercado interno, sino el del exterior, con altos costos que nos sería imposible enfrentar”, finalizó el gerente de la Unión Vitivinícola Argentina.
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