|27/06/23 10:47 AM

Ataques de pánico: causas y síntomas de un trastorno que cada vez afecta a más personas

La Organización Mundial de la Salud indica que en los trastornos de ansiedad pueden aparecer sensaciones de preocupación y miedo excesivos. Cómo actuar ante cada episodio

Por Redacción

27 de junio, 2023 - 10:47

Están asociados a un miedo o preocupación excesiva. Los síntomas pueden ser tan graves que pueden provocar una angustia o discapacidad funcional importante. Y la persona que los sufre puede incluso experimentar un terror a morir. Son los famosos "ataques de pánico", un mecanismo que, paradójicamente, nos protege del peligro.

La Organización Mundial de la Salud explica que los trastornos de ansiedad están asociados a "un miedo o preocupación excesivos, con síntomas que son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o una discapacidad funcional importante".

 

Dentro del gran conjunto de trastornos de ansiedad, se encuentran los ataques de pánico. Estos consisten en uno o más episodios de miedo intenso o repentino, junto a una ansiedad persistente que se basan en la recurrencia de los ataques, o poro la manera en que afectan la vida cotidiana.

 

Signos físicos y características de los ataques de pánico

Algunas de las manifestaciones externas de los ataques de pánico pueden ser palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, sensación de desmayo, miedo de perder el control, miedo a morir, inestabilidad, sensación de ahogo o asfixia, mareos, escalofríos o sensación de calor extremo.

 

Pueden alcanzar un punto máximo de intensidad en forma repentina, y muestran una disminución a partir de los 10 minutos, con una duración total de hasta media hora. De todos modos, la recurrencia de los ataques de pánico no determinan que una persona vaya a experimentar un ataque, sino que aparecen cuando no hay un motivo real ante el cual se deba sentir miedo.

 

La palabra de los profesionales

Delfina Ailán (MN 75326), integrante del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de INECO, detalla que “el principal propósito del pánico es protegernos del peligro. Es nuestro mecanismo de supervivencia, e implica cambios físicos en nuestro cuerpo, aunque las personas que presentan ataques de pánico tienen miedo a dichos síntomas físicos. En este sentido, los ataques de pánico representan ´ansiedad por el miedo´”.

Cuando se siente mucha ansiedad -siguió Ailán- o se evitan situaciones o eventos en los que se teme que ocurran ataques de pánico u otros síntomas físicos, aparece el concepto de agorafobia. Estas situaciones se evitan porque la persona cree que le podría resultar difícil escapar o que no podría disponer de ayuda en caso de tener un ataque de pánico", explica Ailán, y cita algunos ejemplos: usar transporte público, permanecer en espacios abiertos, amplios o en espacios cerrados, esperar en filas, estar en medio de una multitud de personas, y usar ascensores.

 

La combinación entre los factores psicológicos y el estrés puede generar vulnerabilidad a los ataques de pánico. En relación con el estrés, se considera que puede aumentar los niveles generales de tensión física y disminuir la confianza de la persona para afrontar la vida. De este modo, incluso los pequeños hechos cotidianos pueden tornarse más difíciles de manejar. Además, lidiar con diversas tensiones negativas puede provocar que el mundo se perciba como un lugar amenazante o peligroso.