Por la crisis aumenta la venta de carne de caballo
Autoridades de Zoonosis de la Municipalidad de Maipú advirtieron esta situación, a raíz de los frecuentes robos de estos animales. El mayor riesgo que acarrea comer carne equina en nuestro país, es que al ser un mercado clandestino carece de controles sanitarios
Por Redacción
Si bien en Argentina no se consume carne equina, según una investigación desarrollada por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), nuestro país es el principal exportador a nivel mundial. Existen frigoríficos que se dedican a la crianza de caballos para faena, que venden este alimento como producto "gourmet".
A pesar de esto, en Argentina no se comercializa como alimento natural, ya que para el argentino el caballo es parte de su idiosincrasia. "Consumimos casi 70 kilos de carne vacuna por habitante. Somos el consumo número 1 mundial de carne vacuna, no necesitamos sumarle la carne de caballo. En época de crisis baja a 60 kilos, a 58, pero siguen siendo números abismales. El caballo es parte de nuestra idiosincrasia, hay una unión muy fuerte entre el humano y el caballo que todavía se arraiga en nuestras tradiciones", explicó Lucas Sbriglio en el programa En La Mira de CNN Radio Mendoza, médico veterinario, jefe de Zoonosis de la Municipalidad de Maipú e integrante de la Agrupación Gaucha Martín Fierro.
Lo cierto es que pese a la crisis, autoridades sanitarias advirtieron el robo de caballos para la comercialización clandestina de su carne.
Informaron, además, que la forma más fácil de comercializarla es a través de las empanadas. “Esto no es una novedad, esto ha ocurrido históricamente", aseguró Lucas Sbriglio.
“Siempre hay dos cosas que pasan después de los aumentos de la carne vacuna: una es el robo de caballos y la otra es el aumento de la caza furtiva de animales silvestres", agregó. Comentando que no se condice el precio del kilo de molida ($300 aproximadamente) con el valor de la docena de empanadas (entre $100 y $120).
¿Cómo identificar la carne equina?
Sbriglio aclaró que la carne de caballo es muy diferente a la de vaca. “Tiene mayor contenido glucógeno intramuscular, o sea, en el caso de los bovinos la reserva de glucógeno es intrahepática, en el caso de los equinos es intramuscular lo que la hace un poco más dulce, espuma en la cocción. Es distinta, pero puede camuflarse para distintos usos", finalizó.