Las 10 claves para intentar entender el sorpresivo (o no) 30 - 28 - 27

A mediados de mayo, Cristina Kirchner, en una comentada entrevista televisiva, analizó el escenario electoral de cara a las PASO nacionales de agosto. Dijo: “Vamos hacia un escenario de tercios”. Acertó.

El 30 (LLA), el 28 (JxC) y el 27 (UxP) configuran ese escenario de tres tercios que deja abierta la elección general del 22 de octubre, en las que Javier Milei, Patricia Bullrich y Sergio Massa competirán, muy probablemente, para llegar al ballotage de noviembre. O sea, dos sillas para tres competidores.

Pero más allá del desconcierto inicial, analicemos en 10 puntos las claves de estas PASO.

1) Los sondeos previos, todos, con más o menos énfasis, indicaban que Javier Milei estaría en torno al 20% de los votos. El error fue grotesco. De la misma manera, afirmaban que el precandidato Massa sería el más votado individualmente. También fallaron feo.

2) La sorpresa invadió a los frentes favoritos. Quizás el golpe más fuerte se lo llevó JxC, ya que, interpretan con razón, el votante de Milei podría estar más cerca ideológicamente. Además, la señal de rechazo a los partidos mayoritarios que significó el voto a Milei, no distinguió entre oficialismo y Juntos por el Cambio.

3) Los acomodamientos en las provincias: las elecciones provinciales que se venían dando en los meses previos, no fueron parámetro para lo que ocurrió este domingo. En provincias donde había arrasados el peronismo o JxC, ahora ganó claramente Milei. Pasó, por ejemplo, en Mendoza y en Tucumán.

4) El oficialismo nacional hizo la elección que se esperaba, con el porcentaje de votos previsto. El tremendo desgaste de la gestión, los 120 puntos de inflación anual, las internas a cielo abierto y la pésima lectura política/histórica de Alberto Fernández de la actualidad nacional, hace que el 27% que sacó Sergio Massa tengo sabor a milagro.

5) Massa fue el segundo precandidato individual más votado por detrás de Milei, con 22%. En esa cuenta, Patricia Bullrich obtuvo lo que se esperaba, en torno al 17%; un sorprendentemente bajo 11% obtuvo Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, hablando del jefe de Gobierno porteño, es incierto su futuro, ya que, además, perdió por 8% en su propio distrito, no pudo imponer a su sucesor y es el responsable del mayor caos electoral desde el regreso de la democracia con el sistema de voto electrónico.

6) La elección que hizo Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, imponiéndose claramente como el más votado, le da una luz de esperanza a Unión por la Patria de cara a las generales. A fuerza de gestión y con el Gran Buenos Aires como territorio clave, UxP se impuso por 37 puntos frente a 32 de JxC sumando a Néstor Grindetti y Diego Santilli.

7) La incógnita que se abre respecto a la economía de acá a octubre, a noviembre y a diciembre. Falta una eternidad para que se defina el futuro político del país, pero las urgencias económicas eran acuciantes el viernes y lo serán este lunes. El precandidato más votado en el país es quien propone excentricidades como eliminar el peso como moneda nacional, “dinamitar” el Banco Central y dolarizar completamente la economía. No hay que ser muy entendido en el tema para darse cuenta de que, quienes pueden, van a correr a dolarizar sus activos, ahorros y remanentes en pesos. Esto derivará en un salto de las cotizaciones, legales e ilegales, que impactará, indefectiblemente, en precios. Las góndolas, por suba de costos o mera especulación, van a recibir el golpe al mismo tiempo que el bolsillo de la población, que ya sufre una trágica inflación de 120% anual.

8) ¿Qué actitud tomará el Fondo Monetario Internacional? En ocho décadas de historia, el FMI nunca tuvo un acreedor que le debiera tanto. Estamos hablando de Argentina, tras el inédito préstamo que el organismo le dio a Mauricio Macri en el 2018, violando incluso sus propias reglas. Es, sin dudas, el mayor problema que tiene hoy la economía argentina, que condiciona planes a futuro y pone en jaque el frágil presente. Massa acordó una serie de medidas que ya tomó (devaluación fiscal, más control de importaciones, otro dólar diferencial para algunas agroexportaciones, devaluación del tipo de cambio oficial y suba de la tasa de interés) pero sin que el FMI realizara desembolso alguno. Para el 22 de agosto, supuestamente, girará US$ 7.500 millones. Este resultado electoral, ¿afectará esa “promesa”?

9) ¿El voto a Milei realmente es de Milei? ¿O se trata de una redefinición del voto bronca con un contundente mensaje a quienes han gobernador entre el 2015 y el 2019 (Mauricio Macri) y entre el 2019 y el 2023 (Alberto Fernández)? Es claro que la lectura sobre los problemas de una sociedad que se debate entre una inflación con la que es imposible vivir y una desigualdad que se ha profundizado fuertemente en los últimos tiempos, ha sido incorrecta.

10) Lo que viene: inestabilidad económica y política de cara a las generales de octubre. Es de esperar que Milei modere su discurso, más allá de las incendiarias declaraciones del domingo en la noche, hablando de “aberración” respecto a la máxima peronista de que donde hay una necesidad nace un derecho, y en contra de la “justicia social”, porque “alguien tiene que pagarla”. A su vez, queda para Juntos por el Cambio y Patricia Bullrich (17% de votos) redefinir la estrategia porque deberá “pescar en la misma pecera” de votantes de Milei, al menos en teoría. También Bullrich deberá mejorar su performance cuando habla de economía, hizo agua varias veces en las últimas semanas. Por el lado del oficialismo, es claro que tendrá el mayor desafío: descubrir cómo volver a mostrarse competitivo y, a la vez, que no se le desmadren las variables económicas para evitar una real y concreta posibilidad de caos y entrega anticipada del poder. Así de simple, así de dramático.