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Luis Perlotti, un artista destacado que dejó su huella en Mendoza y en todo el país

Dotado de una exquisita creatividad, el escultor la volcó en muchas obras emblemáticas que constituyen un legado perdurable en nuestra historia del arte

17 de julio, 2023 - 11:13

Nacido el 25 de junio de 1890 en el barrio de Balvanera, Ciudad de Buenos Aires, Luis Perlotti dejó una huella imborrable en el mundo del arte. Hijo de los italianos Juan Perlotti y de Carolina Guerra, desde temprana edad su talento innato para la escultura fue evidente, y sus primeros estudios los realizó en la mutual de inmigrantes italianos Unione e Benevolenza. Más tarde, ingresó a la prestigiosa Academia Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, donde perfeccionó su técnica y se sumergió en el mundo del arte.

 

Un vanguardista de aquel tiempo

Formando parte de un grupo selecto de artistas, entre ellos el reconocido pintor Benito Quinquela Martín y la aclamada poetisa Alfonsina Storni, Perlotti se destacaba por su habilidad para capturar la esencia de los sujetos en sus esculturas. Estos talentosos individuos se reunían en el famoso café Tortoni, un punto de encuentro para la vanguardia artística y literaria de la época.

Influenciado por figuras destacadas como Eduardo Holmberg, Juan Bautista Ambrosetti y Ricardo Rojas, Perlotti incorporó a su arte tradiciones y expresiones originales provenientes de las culturas americanas. Por otra parte, su profunda conexión con las raíces aborígenes se vio reflejada en su obra, que se caracterizó por capturar la vitalidad y la esencia de los pueblos originarios.

En 1925, el escultor emprendió una serie de viajes por toda América, centrándose especialmente en el altiplano andino. Esas experiencias transformadoras dejaron una profunda marca en su trabajo artístico, impregnándolo de una clara inspiración proveniente de las culturas ancestrales que habitaban esas tierras.

Uno de los hitos más significativos en la carrera de Perlotti fue la creación del icónico monumento dedicado a su amiga, la poetisa Alfonsina Storni, en 1942.

Esta majestuosa obra se erige frente al mar, en el paseo Dávila, de La Perla, en Mar del Plata, el mismo lugar donde la poetisa decidió poner fin a su vida.

La figura tallada en piedra, acompañada por los versos de su poema Dolor, escrito en 1925, representan un homenaje perdurable a la vida y obra de Storni.

El artista trabajando en una maqueta del grupo escultórico erigido en Tunuyán, convertido en monumento histórico nacional

 

Mendoza y un saludo al sol

La escultura de Luis Perlotti llamada Saludo al Sol es un símbolo emblemático que fue modelado en 1932 y fundido en 1938. Fue encargada por el Gobierno de Mendoza con el propósito de ser colocada en el Parque Aborigen, donde finalmente se ubicó en 1939.

Esta majestuosa estatua sedente representa a una figura humana con los brazos elevados en un gesto de saludo al Sol. A través de su pose y expresión, la obra transmite una conexión profunda con la energía y la vitalidad que emana del astro solar. Perlotti logró plasmar en la escultura una sensación de reverencia y admiración hacia el Sol, simbolizando la importancia y la trascendencia que esta fuente de luz y vida tiene en la existencia humana.

 

El monumento al libertador

En 1948, Perlotti obtuvo el primer premio en un concurso convocado en Mendoza para la construcción de un monumento conmemorativo del centenario de la muerte del Libertador. Su propuesta se destacó por su originalidad y habilidad para capturar la esencia y el legado del prócer en una obra monumental.

Inaugurada el 31 de diciembre de 1950 en Tunuyán, es una impresionante obra que consta de un pedestal central donde resaltan las figuras principales, acompañadas por relieves que representan la comitiva que acompaña a San Martín.

Además, en los extremos se encuentran dos frisos realizados en travertino que simbolizan el inicio y el final de la campaña Libertadora.

Desde 1975 esta obra se ha convertido en un monumento histórico nacional, honrando la memoria del Libertador.

Pero el trabajo artístico de Perlotti va más allá de sus obras públicas. En 1969, donó su casa taller en el barrio de Caballito para convertirlo en un museo, preservando así su obra artística para las generaciones futuras.

 

Muerte inesperada

Lamentablemente, en 1969 el eximio escultor sufrió un accidente automovilístico en Punta del Este (Uruguay) y fue internado en grave estado en el hospital local y luego de varios días de agonía, falleció el 25 de enero de ese año.

Sus restos fueron trasladados a Buenos Aires y fueron sepultados en el Cementerio de Chacarita.

Hoy en día, los trabajos del destacado escultor se encuentran dispersos por todo el país, dejando un legado duradero que perdura en el tiempo. Su habilidad para capturar la esencia de las figuras y su compromiso con el arte han dejado una marca indeleble en la historia del arte argentino.

 

Obras en todo el país

Entre las numerosas obras expuestas permanentemente en lugares públicos se encuentran el monumento al barrio de Caballito, en la plaza Primera Junta; el busto de Juan de Dios Filiberto en Caminito; el de Juan de Dios Filiberto en el café Tortoni; el monumento a Los Andes en el parque Los Andes; el Monumento a la Madre en la estación Plaza Miserere y la emblemática escultura El Tambor de Tacuarí.

Además, existen obras en Mar del Plata, Bragado, Luján, Suipacha, Fortín Olavarría, La Rioja, Puerto Madryn, ciudad de Paraná, provincia de Buenos Aires y ciudad de Ramallo, entre otros lugares.

La trascendencia artística de Perlotti sigue maravillando a las personas con su talento y visión única del arte. Sus obras son testimonios perdurables de la grandeza y la creatividad del espíritu humano, inspirando a las generaciones actuales y futuras.

 

Su casa hecha museo

En 1948, el escultor adquirió la propiedad ubicada en la calle Pujol 642/4, en el barrio de Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el objetivo de convertirla en su casa y taller y exhibir allí sus obras, y con un diseño meticuloso, transformó la vivienda para dar cabida a su arte.

En ella, dos amplios salones se destinaron a la exhibición de sus obras terminadas y a la biblioteca, creando un espacio en el que los visitantes pueden sumergirse en el mundo del arte del autor.

En la entrada al patio principal, Perlotti colocó dos grandes murales realizados en hierro esmaltado, que fueron creados por su amigo y reconocido pintor Benito Quinquela Martín.

En las demás paredes de la casa se exhiben sus obras de temática indigenista y gauchesca, como El tirador de honda, La danza de los cóndores y La leyenda de la flor de Irupé. La galería se llenó con esculturas en relieve, destacando La danza de la flecha y El despertar de la raza, entre otras.

A partir de 1954, Perlotti comenzó a organizar visitas guiadas para la comunidad local con el objetivo de acercar el arte y su obra a la gente. Estas visitas se convirtieron en una oportunidad para que los vecinos del barrio de Caballito pudieran disfrutar y aprender sobre el arte escultórico.

El reconocido artista dejó obras significativas al ceder su casa y todo su patrimonio artístico a la Municipalidad de Buenos Aires.

La donación fue aceptada por ordenanza en mayo de 1973 y posteriormente ratificada y perfeccionada en una normativa posterior tres años después.

En 1987 se elaboró un proyecto para la apertura del Museo de Esculturas Luis Perlotti, impulsado por el profesor César A. Fioravanti. Este proyecto se hizo realidad en diciembre de 1990 cuando el museo abrió sus puertas al público, convirtiéndose en un espacio dedicado a preservar y exhibir la obra del destacado escultor argentino.

Después de 17 años, se llevó a cabo un proyecto de remodelación y refuncionalización del museo. Para eso, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires convocó a un concurso para la renovación de la casa y museo, resultando ganador el estudio del reconocido arquitecto Mario Roberto Álvarez. Durante la obra, el museo fue trasladado a la sede de la Dirección General de Museos, donde permaneció hasta su reinauguración.

El 22 de diciembre de 2008, el Museo de Esculturas Luis Perlotti reabrió sus puertas en un moderno edificio que realza la obra del escultor argentino y resalta la importancia cultural del barrio de Caballito.

Actualmente, el museo es un lugar de referencia para los amantes del arte y una oportunidad para apreciar la grandeza y la creatividad del escultor, quien dejó un legado perdurable en la historia del arte argentino.