|05/03/24 11:21 AM

Entre la desconfianza y la urgencia

En la búsqueda del consenso que necesita para los cambios que pretende, Javier Milei está en la etapa de entender de qué se trata la política

06 de marzo, 2024 - 07:20

Finalmente, Javier Milei cayó en la cuenta de que debe bajar al barro si es que quiere obtener buenos resultados en su gobierno. Dando un giro en el aire ahora busca el apoyo de los mandatarios provinciales y mientras tanto gana tiempo hasta el 25-M, cuando –si todo le sale bien- en Córdoba se llegue a afianzar una concertación amplia sobre los diez puntos fundacionales que propuso en su arenga en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso en busca de un nuevo orden político y económico.

Para iniciar el camino hacia ese propósito, ha convocado para este viernes a los gobernadores a la Casa Rosada con el ánimo de sondear las posibilidades de apoyo que podría obtener. El condicional “podría” es aplicable más que nunca, dado que la presencia de aquellos no significa que estén de acuerdo con la propuesta.

Una cosa es asistir y otra cosa es asentir. Desde ya los puntos que estarán en discusión no convencen a todos por igual y lo lógico sería que cada uno aporte sugerencias y otros quieran reemplazarlas por otras.

Pero lo que se decanta frente a este escenario es que Milei entendió que, al revés de lo que hizo cuando presentó el frustrado proyecto de la ley ‘Bases’, las negociaciones no deben ir por el lado de los legisladores sino buscando el apoyo de los gobernadores, quienes son en realidad los que deberán rendir cuenta en sus provincias si las cosas salen mal.

Los diputados y senadores nacionales son los que votan, pero no todos lo hacen con total independencia y sin consultar con sus jefes políticos que los ubicaron en las boletas para ser elegidos.

Gestiones contrarreloj

El ministro del Interior, Guillermo Francos,  es el encargado de comenzar a dialogar con los gobernadores para la cumbre en la cual se discutirá la cuestión fiscal, que figuraba en la ‘Ley Ómnibus’.

Hasta este momento, entre el apoyo, la cautela y algunas advertencias, son mayoría los gobernadores que asistirán para discutir el denominado ‘Pacto del 25 de Mayo’.

Uno de ellos -que ya aseguró a través de las redes  que acompañará la convocatoria- es el mandatario de Chubut, Ignacio Torres, protagonista de un duro enfrentamiento con el Gobierno nacional por el recorte de fondos y subsidios a su provincia y la coparticipación.

También aceptaron la invitación Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; el mendocino Alfredo Cornejo; el gobernador de Chaco, Leandro Zdero; Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; el sanjuanino Marcelo Orrego; el neuquino Rolando Figueroa; el misionero Hugo Passalacqua; el puntano Claudio Poggi; el mandatario cordobés Martín Llaryora; Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, y el peronista Osvaldo Jaldo, de Tucumán.

En tanto, el pampeano Sergio Ziliotto no rechazó la convocatoria, pero le hizo fuertes críticas al mensaje del Presidente.

Hasta este lunes se esperaba la respuesta de Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán y el santiagueño Gerardo Zamora, pero en su mensaje de ayer a la Legislatura bonaerense el dirigente más cercano a la expresidenta Cristina Kirchner ironizó: “Arranquen nomás si no llegamos”, dando a entender que por ahora no tiene intenciones de asistir, mientras que los otros dos mandatarios siguen en silencio por ahora.

“Sé que hay algunos que se resisten un poco a encarar el pacto”, dijo en ese sentido el ministro Francos, y puso el foco en el titular del Ejecutivo bonaerense, expresando que “no tiene sentido” invitarlo.

“Capaz que es para otra etapa, no para esta. Imagino que no va a estar. No tiene sentido invitarlo. Se pone en una actitud confrontativa que no es la actitud que estamos buscando. Allá él”, dijo el máximo funcionario de Interior.

Un camino difícil

El tono que usó Milei en el Congreso para lanzar su propuesta no cayó bien, no solo entre los gobernadores del peronismo, sino también en algunos de los denominados “dialoguistas”. Uno de ellos llegó a decir: “No podés decir que no vas a ir cuando te invitan, pero la verdad es que la desconfianza es mutua”.

En tanto, otro que estuvo presente en la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación consideró: “Lo propuso a todo o nada. Si no me dan, no les doy. Después de pedirnos eso, dice que no confía en nosotros… Es un poco cansador el trato”.

Así las cosas, el 25 de mayo queda “muy lejos” y por eso es necesario que aparezcan lo antes posible soluciones a la situación del país, como por ejemplo revertir la caída en el consumo, sobre todo de alimentos y medicamentos.

Si bien es cierto que ya en noviembre se había manifestado la tendencia, en febrero se aceleró y cerró en un 25,5%, de acuerdo a un informe difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Aunque Milei quiere que salga sí o sí la ‘Ley Ómnibus’, es poca la capacidad de negociación que muestra y tiene una tolerancia muy baja, por lo cual, después de los últimos chispazos con los gobernadores, no sería alocado pensar que el proyecto tenga el mismo destino que la primera vez, sobre todo en lo referido a los superpoderes que pretende el Presidente.

Por ahora, el camino para llegar al 25-M será tortuoso y lleno de sorpresas. Aunque las propuestas incluidas en los diez puntos son valorables y nadie debería oponerse si se quiere lograr un gran pacto nacional, es evidente que en su tratamiento primarán intereses que son distintos para cada gobernador, porque las realidades de cada estado provincial también son distintas.

En esta instancia, Milei estará en un brete si no consigue el apoyo de todos, y deberá seguir penando para que su programa avance y cumpla con su promesa de cambio. En cambio, si logra el consenso verá pavimentado el camino para seguir avanzando hacia un cambio total.

Justamente la experiencia de estos días le ha mostrado que la política no es como la imaginó antes de entrar en el juego del toma y daca. Es mucho más compleja y se necesita una muñeca bien entrenada si es que se quiere conseguir objetivos.

Habrá que ver si la lección de estos días le sirve a Milei para completar el curso de estadista que pretende aprobar al final de su mandato.