|30/07/18 08:32 AM

El ciudadano Welles en Mendoza

30 de julio, 2018 - 08:40

En la mañana del 2 de agosto de 1942, un inesperado visitante llegó al aeropuerto de Los Tamarindos luego que su avión hiciera una escala por un día, por mal tiempo en la cordillera, para proseguir su destino hacia Santiago de Chile.

Este particular personaje, mundialmente famoso, se llamaba Orson Welles, quien recorrió algunos países de Sudamérica por varios motivos. Su estada momentánea repercutió en los medios de aquel entonces.

Conozcamos un poco más sobre esta historia

Guerra de los mundos

 

El presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt comenzó a preocuparse por la actitud displicente de América latina frente a la guerra entre la Alemania de Hitler y los aliados. Fue por esa causa que desde la Casa Blanca  se emprendió una política de acercamiento conocida como "de buena vecindad". 

El programa tendía a estrechar vínculos culturales, y sobre todo comerciales, con las naciones emergentes.

En Hollywood, esa política produjo varios filmes con ambientación en Sudamérica y publicitados viajes de personalidades, especialmente célebres, como Walt Disney. El coordinador general en estos asuntos para Latinoamérica era el multimillonario Nelson Rockefeller.

Una verdad que desilusionó

 

El gobierno estadounidense le comunicó a Orson Welles la necesidad de realizar un filme en América latina. Uno de esos proyectos llevaba el título It's All True (Todo es verdad). La idea fue aceptada y se acordó que uno de los temas sería el célebre carnaval de Río de Janeiro. Para eso, Welles viajó a Brasil en febrero de 1942 con apoyo oficial y el respaldo económico de la compañía RKO. 

Una vez en Río el productor se entusiasmó con el samba y filmó largamente el carnaval. El material expuesto, buena parte en colores, fue enviado periódicamente a Los Ángeles para su revelado.

El famoso director, filmando el Carnaval de Río, en 1942.

Poco después, Welles siguió con otros rodajes en Brasil, pero los ejecutivos de la RKO se enfurecieron al ver cómo malgastaba dinero en esos filmes sin sentido, por lo que le dio la orden de regresar  urgente a los Estados Unidos. Pero en lugar de hacerlo así, prolongó su estadía hasta julio.

Welles, dando instrucciones a los extras de su película.

Colmado, el gobierno de Estados Unidos ordenó al cineasta que viajara inmediatamente a su país, pero el rebelde muchacho realizó un viaje por las capitales de Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, Lima y Bogotá.

El prestigioso cineasta norteamericano en acción.

Welles en Argentina

 

Durante su estadía en Buenos Aires, visitó al gran escritor argentino Jorge Luis Borges, con quien tuvo una larga conversación, y también con varios productores y directores del cine nacional. Su deseo era concretar una película en la metrópolis porteña en cuanto cumpliera con los compromisos contraídos.

Después de unos días partió hacia la capital uruguaya para proseguir viaje hacia Santiago de Chile y luego a los países de Perú y Colombia.

Orson, atracción local 

 

Las malas condiciones del tiempo en la cordillera dieron la posibilidad de que Welles se quedara durante un día en nuestra provincia. 

Poco fue lo que quedó registrado en los medios su paso por Mendoza. Sí se sabe que varios empresarios locales, especialmente del cine, se pusieron en contacto con él y tuvieron la posibilidad de compartir su breve estada. Welles tuvo la oportunidad de pasear por lugares como el pasaje San Martín, el Parque y, por  supuesto, caminar por la calle San Martín, en donde algunos de los mendocinos lo reconocieron y le pidieron autógrafos.

Además,  fue entrevistado por un periodista del principal matutino  quien por suerte dejó registrada esta inesperada visita. 

Cuando cesó el temporal, el director de Ciudadano Kane y La sed partió en el avión hacia Santiago de Chile. 

Días después de su visita, el cine Centenario puso en cartelera por varios meses su más grande obra, El ciudadano Kane.