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Los candidatos apurados del PJ de Mendoza

El peronismo mendocino va definiendo figuras para las PASO con la esperanza de suceder a Cornejo

26 de marzo, 2019 - 07:18

Después de aparentemente calmada la trifulca que generó la iniciativa de limitar las reelecciones indefinidas de los intendentes, entre ellos cuatro justicialistas que llevan varias gestiones acumuladas, en el peronismo observaron que los tiempos se aceleran y los plazos se vencen, particularmente para las presentaciones de candidatos.

Las idas y vueltas en pos de la necesaria unidad para un partido que es esencialmente verticalista fueron haciendo crecer la expectativa y la ansiedad ante las evidentes definiciones del oficialismo donde se avizora una interesante lucha interna para definir, a través de las PASO claro está, quién será el candidato en el que el gobernador Cornejo buscará que su legado se prolongue.

El lanzamiento al ruedo preelectoral de Rodolfo Suarez y Omar De Marchi estaba haciendo focalizar la atención de los votantes mendocinos en la dura disputa que se va a producir en el frente Cambia Mendoza, mientras que el peronismo parecía no despertarse de su letargo.

Solo Anabel Fernández Sagasti, otrora autoproclamada “soldada de Cristina”, y hoy solitaria senadora nacional peronista por Mendoza, había demostrado ser la única de ese sector político con capacidad de moverse en el escenario del poder en Mendoza. 

La senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti.

Sorprendió a propios y extraños cuando accedió a reunirse con el gobernador Cornejo en el despacho de cuarto piso, en un tiempo en que era muy difícil ver a un kirchnerista dialogando con nada menos que con el “duro” gobernador mendocino.

Cuando los peronistas provinciales no daban pie con bola para erigir un líder y conductor; un nombre que los aglutinara para empezar a cobrar protagonismo en el inminente escenario electoral, la blonda militante de Unidad Ciudadana se animó a avanzar y blanquear que quiere y puede ser gobernadora de Mendoza, incluso con el tino de no aferrarse a su condición para justificar su aspiración en un escenario de lucha contra el machismo.

Con un presidente del PJ provincial cercano al influjo kirchnerista como es Guillermo Carmona, debería haber sido lógico que una candidata joven, mujer y con demostrada actividad militante, pudiera aglutinar a su alrededor a los peronistas locales para enfrentar al delfín de Cornejo al inquieto intendente de Luján. 

Pero no fue así, en Mendoza todos terminan siendo conservadores, –como dicen también que en la Argentina todos tienen algo de peronistas–, y los principales dirigentes del PJ empezaron a mirarse entre ellos, incluso varios cuyo poder creció a la sombra de interminables gestiones municipales, prefirieron ir a lo seguro y pelear por la permanencia al frente de sus comunas. Para disputar la gobernación se daban pasos muy tímidos, incluso se sugerían renuncias a candidaturas ni siquiera anunciadas.

Tal fue el caso de Alejandro Bermejo, que habiendo resignado el seguidismo municipal en Maipú parecía que también abandonaba la carrera por la gobernación. Es posible que ante la evidencia de que los peronistas no salieron corriendo detrás de Anabel es que convencieron al maipucino de tomar la decisión de lanzarse.

"El Pulga" junto a su hermano Adolfo y Guillermo Carmona.

La foto de la presentación en Tunuyán lo muestra al presidente partidario Carmona, de cercana vinculación con Cristina pero sin exagerar; se ven varios intendentes, por ahora los más efectivos acumuladores de votos desde sus departamentos y también a la persistente Patricia Fadel, que tal vez en esta oportunidad, sea incluida en la fórmula como precandidata a vicegobernadora, ya que por ahora no prospera una posible candidatura a intendente.

Otra señal que deja el fin de semana es el ya posible afianzamiento de Alejandro Bermejo como líder reconocido, pues a pesar que su colega sanrafaelino Emir Félix no se apersonó en la juntada del Valle de Uco, el ungido precandidato sí viajó al departamento sureño para abrazarse públicamente ambos en la inauguración de una pista de atletismo. Eso podría indicar que a pesar de los rumores éste último no se sumará a la propuesta.

Queda por establecer ahora qué actitud tomará el veterano de viejas lides y exgobernador Rodolfo Gabrielli, quien estaba siendo blanco de las miradas ante la sequía de figuras peronistas en los primeros meses del año electoral. 
Si bien la imagen del Rolo puede ser discutida y su paso por la gobernación suscite elogios y diatribas, no se le puede negar una profusa experiencia en la gestión provincial y nacional.

Otro de los precandidatos peronistas: Rodolfo Gabrielli.

Después de su paso por el Barrio Cívico, como hacen generalmente los mandatarios mendocinos, recaló en una banca de diputado nacional. Desde allí se catapultó a varios cargos, que incluyen su paso por el Ministerio del Interior en los turbulentos días posteriores a la caída de Fernando de la Rúa. Habiendo sido nombrado en esa cartera por Adolfo Rodríguez Saá, llegó a ser el único habitante de la Casa Rosada con función jerárquica en aquella lejana noche en que el puntano renunció a la Presidencia desde su provincia dejando al país en total deriva. Siguió en el cargo con Eduardo Duhalde y formó parte de los elencos de Néstor y Cristina Kirchner.

En sus apariciones públicas Gabrielli ha dado a entender que tendría las herramientas para modificar el derrotero de la economía de Mendoza, haciendo hincapié en la vitivinicultura, en la minería y no desechando el diálogo con todos los sectores. No se priva de esgrimir como legados suyos la reconversión de la industria vitivinícola y la creación del Fondo de la Transformación y el Crecimiento.

De todos modos no está cerrada la oferta de precandidatos del partido de Perón, y, aunque todos le ponen una vela a la unidad justicialista, por lo pronto empezaron a justificar que una contienda interna a través de las PASO podría ser tolerable en el espíritu fuertemente movimientista y mesiánico de los peronistas.