Carlos Valcarcel anticipó su renuncia al PAMI de Mendoza

Carlos Valcarcel, un reconocido cardiólogo mendocino, deja la dirección ejecutiva de la obra social de los jubilados, una decisión que según él la tenía asumida desde hace algún tiempo.

El médico asegura que no existe un motivo puntual del cargo que asumió hace cuatro años atrás, pero considera que debe retirarse de la función en coincidencia con la conclusión del mandato frente a la gobernación provincial de Alfredo Cornejo.

Su tarea frente al PAMI no ha sido para nada fácil teniendo en cuenta con todo lo que se encontró: corrupción en gran escala que terminó en juicios penales y un número de personal, médicos y exfuncionarios procesados y juzgados, además de prestaciones, medicamentos y todos los servicios bloqueados o suspendidos. También una millonaria deuda con la industria farmacéutica que ponía a los jubilados en la difícil situación de no poder acceder a cualquier medicamento, en cualquier farmacia local.

Valcarcel presenta su renuncia advirtiendo que estará a disposición de las futuras autoridades de la delegación local. Tanto sea para colaborar en todo lo que se le solicite, como para rendir cuenta por sus cuatro años frente al PAMI Mendoza.

Al confesarle a El Ciudadano su decisión, mostró satisfacción por lo hecho. Pero, a su vez, decepción y preocupación por el estado en que los jubilados deben enfrentar el difícil momento económico y social del país. Por eso, no ocultando su enojo expresó que “por las circunstancias políticas de estos tiempos, que culminaron con la elección presidencial del domingo, ningún funcionario nacional se animó a decir que estamos soportando una feroz crisis. Y como en toda crisis, quienes más la sufren son los que menos tienen o los que no tienen voz. En ese sector de nuestra comunidad, lamentablemente, están nuestros queridos adultos mayores”.

“Fíjese si en la provincia no hay personas que sufren en estos tiempos, la obra social PAMI tiene en Mendoza 230.000 adultos mayores. En el caso de la obra social de la provincia (OSEP) alrededor de 180.000 abuelos. La sumatoria muestra una masa crítica que la está pasando muy mal”, agregó.

Y dio ejemplos de lo que asevera, explicando que “en el tema de la cobertura específica de medicamentos, el PAMI la tiene saneada. Pero hay un porcentaje de jubilados que pagan una parte, una suma fija, donde no es lo mismo el 60% de un medicamento que vale $100, que en ese caso la obra social paga $60 y el jubilado $40. Con las actuales leyes de mercado, el mismo medicamento se fue a $400, el porcentaje se mantiene, pero quien siente el golpe es el jubilado porque su bolsillo languidece con un paupérrimo haber, por lo que no puede afrontar ese brusco incremento de ese medicamento”. 

Mecanismos que aseguren el medicamento al jubilado

Al destacar lo que se hizo para que nuestros abuelos reciban su medicación, Valcarcel explicó: “Es importante destacar que en estos difíciles tiempos hemos encontrado ‘know how’. Por eso llevamos adelante, ante un afiliado que necesita un medicamento y no lo puede pagar, mecanismos de rápida encuesta de vulnerabilidad socioeconómica, para darle pronto una mayor cobertura. En definitiva, es asegurar que ese jubilado pueda tener su medicamento”.

Sobre las deudas que el PAMI  aún tiene, aclaró: “Todavía existen deudas con la industria farmacéutica. Al respecto, estoy en contacto con las dos grandes entidades que nuclean a los farmacéuticos de Mendoza (el Colegio Farmacéutico y la Cámara de Farmacias de Mendoza). Las dos entidades me informan que la deuda histórica se está pagando poco a poco. Estamos hablando de alrededor de $200 millones que debe la obra social de aquel convenio. Operatoria que mantiene conformes a los farmacéuticos mendocinos. Del mismo modo con el actual sistema, donde PAMI realiza dos pagos en el mes (15 y 29), donde cobran los medicamentos que venden en el mostrador a 40 días, como plazo muy extendido. Mecanismo valorado, porque las farmacias no tienen que salir a financiarse, con lo caro que es financiarse en este país”.

Valcarcel se retira del PAMI y vuelve al lugar que tiene en el área de Cardiología del Hospital del Carmen, donde lo esperan muchos pacientes a los que nunca dejó de atender. Antes, le dijo a nuestro diario, que su anhelo es que los jubilados tengan su merecida obra social en dignas condiciones que los favorezcan en todas sus prestaciones. Sus aportes de por vida lo justifican ampliamente.