Recomiendan al Gobierno que suspenda la compra de pistolas taser

La organización Amnistía Internacional recomendó suspender la compra y el uso de armas de electrochoque, como las Taser, hasta que se realice una investigación independiente y rigurosa sobre su uso y efectos. El pedido llegó unos días después de que el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, confirmara que se encuentra en tratativas para adquirir ese tipo de pistolas para grupos de fuerzas federales.

Además, la organización pidió que se asegure que todos los funcionarios reciban una formación adecuada y basada en estándares internacionales sobre el uso de la fuerza, y que se prohíba su uso contra mujeres embarazadas, ancianos, niños, niñas, jóvenes, menores de edad, personas con trastornos emocionales o discapacidades, personas en situaciones de vulnerabilidad y personas bajo los efectos de las drogas.

Amnistía Internacional también envió una solicitud de acceso a la información al Ministerio de Seguridad ante el anuncio de compra de armas Taser, y reclamó detalles sobre el tipo y cantidad de armas compradas, qué efectivos las utilizarán y adecuados serán los criterios de selección, qué capacitaciones se brindarán y serán adecuados los procedimientos de rendición de cuentas.

La organización expresó su preocupación por el mal uso de este tipo de armas, señalando que presentan un alto riesgo de que se utilicen de manera excesiva, incluyendo malos tratos y torturas, debido a que no dejan rastros visibles de lesiones o sufrimiento.

Además, Amnistía Internacional destaca que las Taser tienen la capacidad de infligir dolor severo presionando un botón, pero casi no dejan huellas en la persona y el sufrimiento causado no es visible para la fuerza de seguridad que las utiliza.

El Comité contra la Tortura de la ONU determinó que este tipo de armas deben ser utilizadas solo en situaciones extremas y limitadas cuando haya una amenaza real e inminente para la vida o un riesgo de lesiones graves. Sin embargo, a menudo se utiliza en modo "aturdimiento" mediante la descarga continua o prolongada si se aprieta reiteradas veces el gatillo o se mantiene apretado, con la intención de infligir dolor, lo que equivale a tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Por lo tanto, recomendó establecer un marco legal que limite estrictamente su uso a situaciones en las que la alternativa sería el uso de la fuerza letal, de acuerdo con los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre el uso de la fuerza y ​​de armas de fuego. En última instancia, la organización enfatizó que el mantenimiento del orden y la seguridad no debe contraponerse a los derechos humanos