Alberto Samid fue internado con una dolencia cardíaca
El ‘Rey de la carne’ se descompensó luego de un bochornoso episodio que vivió cuando fue a comer junto a otras dos personas a una parrillada
Por Redacción
El denominado ‘Rey de la carne’, Alberto Samid atraviesa horas difíciles en cuanto a su salud y el detonante de su problema actual parece haber sido un mal momento cuando se encontraba almorzando en un restaurante situado en Ramos Mejía, Buenos Aires y fue increpado por comensales del sitio, que le pidieron que se retirara del lugar y le enrostraron cuestiones vinculadas a su situación judicial.
La Cámara Federal de Casación Penal de Casación Penal confirmó en noviembre de 2019 el fallo que condenó al empresario de la carne a cuatro años de prisión como integrante de una asociación ilícita.
El empresario matarife almorzaba junto a otras dos personas en la parrilla Paja Rota de Ramos Mejía, el lunes al mediodía.
Los clientes del comercio indagaron a viva voz a Samid mientras comía junto a otras personas y le preguntaron por su tobillera, la condena a prisión domiciliaria y también puede escucharse en un video que se viralizó, como una mujer le dice que le debería dar vergüenza estar allí.
Luego de algunas horas del episodio que muy probablemente hizo que a Samid, la comida le cayera mal, familiares que lo acompañan en su vivienda también situada en Ramos Mejía, decidieron llamar al servicio médico de urgencia.
Alberto Samid se descompensó y debió ser internado para un mejor monitoreo de su salud.
Según asegura NA, al Rey de la carne’ le bajó la presión y sintió un profundo malestar. Explicaron también que experimentó una dolencia cardíaca.
El dolor en la zona del pecho, específicamente donde se encuentra el corazón, hizo que los médicos decidieron trasladarlo a una clínica privada para continuar de cerca con su vigilancia y por estas horas se encuentra estabilizado.
Alberto Samid explicó que tenía "permiso laboral" y consignó que, como trabaja en el Mercado Central de Buenos Aires, había llevado mercadería al restaurante, porque es un cliente.
El empresario matarife está condenado por asociación ilícita en una causa iniciada en 1996. "Tengo tobillera electrónica desde el primer día, saben perfectamente donde estoy", contó indignado luego del hecho bochornoso en ese local gastronómico.