Agro: la cosecha del 2023 podría perderse si no llueve en 20 días

Llegó el verano y en muchos lugares de Argentina ya hay indicios de sequía. La falta de agua es uno de las problemáticas que más afectan a las diferentes provincias y a pesar de la concientización, se vuelve muy difícil transitar algunas temporadas.

Tomás Layus vicepresidente de la Sociedad Rural de Rosario, habló habló con con El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano News) y confesó que “el 2023 es un año y perdido para el Campo”.

“Para todo lo que es el núcleo del agro, está sufriendo mucho lo que es la sequía. Si no llueve en los próximos 15 y 20 días va a estar todo perdido. La sequía viene desde mayo pasado que no llovió durante el invierno, por lo que se perdió la cosecha fina que es el trigo”.

“En la zona sur de Santa Fe existe un cultivo muy importante que es la arveja y eso se ha perdido por completo. Esto más la cosecha gruesa que es el maíz y la soja se va a perder. Es una lástima porque el agro es el motor de la economía”, agregó .

En este sentido, detalló que “la cosecha fina es la que se hace en invierno: trigo, avena, cebada, centeno y algunas legumbres invernales”.

Y que “la cosecha gruesa es la más importante en términos de producción, que es la que se produce de septiembre en adelante: maíz, soja, girasol”.

Por otra parte, indicó que la ganadería también está sufriendo las consecuencias ya que “hay que darle de comer a los animales” y se mandan a los mercados “flacos” antes de que se pierdan. Esto hace que el valor del novillo en pie “valga igual que en mayo del año pasado”. 

Según expresó, “las provincias más afectadas son Santa Fe, Entre Rios, Córdoba y el norte de Buenos Aires” 

Esta es una pérdida en la que “perdemos todos” porque se pierde divisa “genuina” y a través del comercio “nos ayuda a exportar”.

Finalmente, concluyó manifestando que con la sequía “lamentablemente no se puede hacer nada” lo que sí sugirió es que “de parte del gobierno haya políticas diferentes o de ayuda”. En este sentido ejemplificó lo que sucede en países vecinos que no tienen impuestos: “Acá se tendría que eliminar las retenciones y de esta manera que el productor reciba un precio más adecuado”, como así también la posibilidad de pedir créditos “que acá con la inflación es imposible”.