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Matrimonio torturaba perros y gatos para después comerlos

Por Redacción

02 de marzo, 2018 - 11:56

Un matrimonio fue detenido en la ciudad salteña de Tartagal tras la denuncia de vecinos por el maltrato al que sometían a diversas mascotas, que luego se comían tras sacrificarlas en supuestos rituales paganos.

La pareja que sacrificaba animales los ofrecía a San la Muerte, según confiaron investigadores del caso.

Una comisión de Gendarmería Nacional llegó este miércoles por la tarde hasta el domicilio indicado por los vecinos como un lugar de sacrificios y ofrendas de animales para un supuesto culto pagano y familiar.

Los gendarmes no hallaron elementos que vinculen a los moradores con delitos federales pero sí dieron con una postal de la crueldad sobre las mascotas.

Según la fuente, los vecinos se congregaron en las afueras del procedimiento, pero minutos más tarde el mismo quedó en jurisdicción de la Policía salteña.

El fiscal actuante ordenó la detención del matrimonio y la puesta en custodia de los hijos de la pareja demorada.

A partir de allí surgieron un sinnúmero de hipótesis sobre los supuestos delitos que se estaban cometiendo en la morada denunciada.

Minutos más tarde llegó al lugar otro patrullero para trasladar a siete mascotas (seis perros y un gato), en estado deplorable, hacia un centro de atención animal.

Una fuente barrial señaló al diario El Tribuno que en una parrilla existente en el lugar había animales (mascotas) faenados cocinándose y que los mismos se tratarían de gatos y perros que habían sido sacrificados por la mañana, cuando los vecinos escucharon desgarradores aullidos y maullidos y alertaron a las fuerzas de seguridad.

Se trata de una familia que desde hacía varios años, de acuerdo al testimonio de los vecinos, maltrataban a sus animales: les pegaban y los tenían todo el tiempo encadenados a la intemperie con cadenas cortas que les impedían moverse o hacer sus necesidades.

Los vecinos aseguraron que los utilizaban para realizar rituales satánicos, sacrificándolos luego para comer su carne.

"Los tenían sin los cuidados necesarios, torturándolos. Siempre escuchábamos los aullidos por las noches y que eran desgarradores", contaron.

Como este tipo de violencia está penado por ley actuó la Fiscalía con jurisdicción.

Tras conocerse el hecho un sinnúmero de conjeturas comenzaron a tomar forma sobre lo hallado en el domicilio del barrio Santa Rita.

Una fuente aseguró que el matrimonio comercializó durante todo el carnaval sándwiches y carne asada en un puesto de venta callejera en los corsos de esa ciudad norteña, y que la imaginación relacionó rápidamente ese emprendimiento con los animales rescatados y con los que ya habían sido cocinados.

La casa del matrimonio estaba este jueves vacía, cerrada y en la puerta se veía un policía de custodia.

Los tres hijos menores de edad del matrimonio se encuentran en custodia con la hermana del dueño de casa.

Una institución proteccionista subió a su blog el testimonio de uno de sus socios, quien afirma: "Cuando uno los quiere acariciar es lastimoso ver cómo lloran de terror, es como si temieran ser golpeados o torturados. Es desgarrador... una cosa es contarles y otra es verlos en vivo", concluyó.