Polonia advierte sobre un ataque de Rusia a la OTAN: ¿por qué?
El jefe del servicio de contrainteligencia militar de Varsovia sorprendió con una declaración disruptiva que dispara una serie de interpretaciones determinantes, de la futura convivencia entre la Alianza y Moscú
El jefe del servicio de contrainteligencia militar polaco, alertó sobre una serie de movimientos ofensivos de las tropas rusas, dispuestos por Vladímir Putin y con la intención, encubierta, de llevar a cabo una “operación limitada” contra los estados fronterizos de la OTAN, en el noreste de Europa Oriental.
El avance militar del Kremlin sobre Ucrania, hoy día una operación a gran escala, ha provocado fricciones en aumento entre la Alianza y Moscú y fragmentado, por completo, las distensiones que ofrecían las cumbres Rusia - OTAN.
En este contexto, la respuesta, mediante paquetes de asistencia armamentística, de la OTAN al gobierno de Zelenski, ha ralentizado la estrategia de hostigamiento del Kremlin y, a su vez, se le intenta enviar un mensaje disuasivo a Putin, dándole a entender las consecuencias de un posible ataque a miembros de la Alianza, dejó entrever Jarosław Stróżyk, hace poco designado para liderar el servicio de contrainteligencia militar de Varsovia.
Pese a que, se estima, en el orden del 60% los recursos destinados por la infraestructura militar rusa para sostener sus operaciones en Ucrania; los jefes aliados de la Alianza observan con preocupación que Rusia sigue aumentando su presupuesto de Defensa (70% respecto a 2023 y 2022), innovando su aparato productivo bélico, buscando regenerar, en el menor tiempo posible, la capacidad de combate de sus fuerzas armadas.
Esto es visto como una amenaza latente y constante a la frontera este de los países miembros del bloque Atlántico; especulándose sobre las consecuencias de una consolidación de Moscú en las regiones ucranianas en disputa: operaciones encubiertas y guerra híbrida.
A su vez, las divisiones políticas internas de la Alianza y la dependencia marcada de los recursos estadounidenses, han obstaculizado la premisa de reforzar el frente ucraniano, y consecuentemente, coartar cualquier aspiración del Kremlin direccionada a querer proyectarse sobre el oeste europeo.
Por último, la incertidumbre electoral respecto al resultado de las presidenciales en Estados Unidos podría ser un punto crítico. El expresidente Donald Trump, se enfrentará al demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre y si el republicano se hiciera con el control de la Oficina Oval, muchos países de la Alianza ven con temor la política exterior trumpista, la cual propiciaría acuerdos de paz entre Rusia y Ucrania.
Dicho escenario, según estimaciones, no dejarían satisfechas las ambiciones geopolíticas de Putin, sino al contrario, resultaría ser un aliciente para que el presidente ruso lo interprete como una debilidad occidental y decida avanzar rumbo al mar Báltico, Transnistria o sobre el margen oeste de la República rusa de Carelia.