Nueva Zelanda: la Primera Ministra anunció que dimitirá de su cargo
Jacinda Ardern argumentó que "no se siente con la fuerza necesaria" para continuar al frente de su país. Incertidumbre social ante la decisión que entrará en vigor el 7 de febrero
Por Redacción
La Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este jueves 18 de enero que renunciará a su cargo en febrero. ”Para mí ya es hora”, declaró en una reunión oficial con miembros de su partido, el laborista neozelandés. “Ya no tengo energía para otros cuatro años”.
El camino de Ardern
Ardern asumió la conducción de su país en 2017, logrando su elección a través de un gobierno de coalición y luego condujo a su partido de centro-izquierda a una sólida victoria en las elecciones de 2020, pero su popularidad y la de su partido perdieron aprobación en las últimas encuestas.
Motivo de renuncia
La de este jueves fue su primera aparición pública desde que el Parlamento entró en receso en diciembre pasado. En el encuentro anual de los laboristas manifestó que esperaba encontrar la energía para continuar como líder de su frente. Sin embargo, aseveró: “pero no lo he podido hacer”.
“No me voy porque crea que no podemos ganar la próxima elección, sino porque creo que podemos triunfar y lo haremos”, afirmó.
Ardern indicó que su renuncia entrará en vigor a más tardar el 7 de febrero y que la bancada laborista escogerá un nuevo líder en tres días. A tal efecto, el viceprimer ministro, Grant Robertson, indicó que no tiene intenciones de postularse al cargo.
La Primera Ministra aseguró que no hay ningún secreto político detrás de su renuncia. “Soy humana. Damos todo lo que podemos hasta que llega la hora. Y para mí llegó la hora”.
“Me voy porque con un trabajo tan privilegiado hay una gran responsabilidad, y la misma radica en saber cuándo eres la persona indicada para liderar y cuándo no”, concluyó.
Sucesión
El anuncio sorprendió al fuero político y a la ciudadanía de Nueva Zelanda. En este contexto, los medios coinciden que debe elegirse rápidamente su sucesor y enfocarse el Parlamento en una transición de Gobierno lo menos crítica posible.