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Kosovo: ¿Posibilidad de una nueva guerra en los Balcanes?

La exigencia de documentación kosovar a Serbios causa enfrentamientos y pone en riesgo la paz

25 de agosto, 2022 - 22:49

Al finalizar la segunda guerra mundial, una gran parte del mundo quedó dividido bajo las áreas de influencia de Estados Unidos y de la Unión Soviética. 

Cortina de Hierro

Hacia el este de la denominada "cortina de hierro" quedó una Alemania fracturada en su integridad territorial y que adoptó el nombre de "República Democrática". También Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y , con un mayor grado de autonomía pero manteniéndose bajo una directa influencia de Moscú se situaba Yugoslavia.

Esta nación, asentada primordialmente en la región de los balcanes fue tildada, en varios episodios históricos, como el "polvorín de Europa". No olvidemos que en junio de 1914 se produjo en Zagreb el magnicidio del Archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austro-Húngaro, dando inicio a la primera guerra mundial.

Desde 1944 hasta 1980, esta federación de 6 repúblicas fue gobernada con puño de acero por el mariscal Josip Tito, con un amplio apoyo del Kremlin. Cualquier tensión interna de tinte étnico, religioso, ideológico era rápidamente desarticulada y aplastada. La política de  "unidad y fraternidad" reprimía férreamente cualquier fulgor nacionalista y a los movimientos separatistas.

Movimientos independentistas

Tras la caída del muro de Berlín en 1989 y sin la presencia de una figura de gobierno de la envergadura del fallecido Tito, empezaron a reavivarse los vítores de independencia desde algunas de las naciones federativas. La desintegración del gigante soviético, en 1991, erosionó todavía más la unidad del Estado bajo la conducción de Belgrado.

Slobodan Milosevic se hizo con la presidencia de Serbia y, en consecuencia, con el control del aparato militar yugoslavo. Cuando Croacia intentó declarar su independencia, el mandatario serbio decidió lanzar una ofensiva bélica para garantizar su estructura de poder y, según él, proteger los derechos de una gran cantidad de serbios viviendo en territorio croata.

Guerra en los Balcanes

Es así, que se desató una cruenta guerra en escalada, agravándose todavía más, cuando Bosnia-Herzegovina decidió votar su autonomía con respecto a Belgrado. La minoría serbia, residiendo en suelo bosniaco, y bajo el liderazgo de Radovan Karadzic decidió formar un Estado disidente, con el amplio apoyo logístico militar del gobierno de Milosevic.

Se cometieron terribles crímenes de lesahumanidad y se implementó la "limpieza étnica" ,que con el objetivo de generar una rápida salida de la población musulmana de Bosnia, acabó con la vida de decenas de miles de niños, mujeres y ancianos. 

El sitio de Srebrenica en 1993 fue uno de los peores capítulos del conflicto. El ejército serbio no permitió el ingreso y salida de individuos y tampoco el arribo de ayuda humanitaria. Las escenas rememoraron la terrible decrepitud de los sobrevivientes a los campos de concentración nazi. En julio de 1995 las tropas serbias avanzaron sobre la ciudad y varias semanas después, al permitirse salir a los refugiados, el mundo vio estupefacto las fosas donde la casi totalidad de hombres y niños bosnios habían sido sistemáticamente exterminados.

 

En ese contexto, la comunidad internacional decidió intervenir y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)accionó militarmente atacando las posiciones serbias. Milosevic se vio obligado a negociar un "alto el fuego" y comenzó un proceso de desescalada que culminó a principios de este siglo.

La convivencia en Kosovo

Kosovo, uno de los centros de los enfrentamientos, se volvió un protectorado de Naciones Unidas y quedó hasta el día de hoy bajo la supervisión de los "cascos azules" como efectivos de mantenimiento de la paz a través de sucesivas misiones donde Argentina ha tenido una amplia participación.

En 2013, se firmó el "Acuerdo de Bruselas", donde kosovares y serbios acordaron las normas de convivencia e integración en Kosovo.

Nuevas tensiones han acaecido en los últimos meses debido a las exigencias de Pristina para que los ciudadanos de nacionalidad serbia adquieran papeles personales y vehiculares con sello kosovar. 

 

Los alineamientos de Belgrado en pos de la Federación Rusa, en su conflicto con Ucrania, ha repercutido significativamente en los "ánimos caldeados" y existe una amenaza de los líderes serbio-kosovares de retirarse de la integración planteada en la administración estadual, fuerzas de seguridad compartidas y asociaciones de integración ciudadana; si el gobierno de esa región busca implementar la medida a partir del 1 de setiembre.

Las heridas de una de las peores guerras vividas durante el siglo 20 continúan abiertas en las venas de los balcanes. La mirada de la sociedad global y de los actores centrales del sistema internacional deben estar en vigilia, a diferencia de su pasividad en los 90`, para intervenir y evitar que el resentimiento, sin disiparse aún, tome como excusa una decisión administrativa menor y en nombre de los derechos y la libre autodeterminación, vuelva a manifestarse el odio y la agresión entre pueblos que tienen, todavía, un largo camino por recorrer en busca de una sana coexistencia.