Evalúan qué va a pasar cuando el agua potable se acabe en Montevideo

Montevideo, la capital de Uruguay, está atravesando una crítica situación al estar cerca de quedarse sin agua bebible para la población, en medio de la emergencia hídrica luego de la peor sequía del último siglo.

El interrogante que surge ante este panorama es qué pasará cuando las reservas se agoten por completo y, si bien el presidente Luis Lacalle Pou afirmó que “por ahora sigue siendo bebible”, intentó llevar un poco de tranquilidad anticipando que se avisará con tiempo cuando la situación cambie y no se pueda seguir consumiendo el agua distribuida por la Administración Nacional de Obras Sanitarias del Estado (OSE).

Sin embargo, ese “tiempo” es cada vez más acotado: según las estimaciones, a la capital del país le quedan aproximadamente seis días de agua bebible si no se presentan lluvias copiosas que permitan recuperar algo de las reservas perdidas.

Mientras tanto, el nivel en el embalse de Paso Severino sigue cayendo, y ya llegó al 1,75% de su capacidad, y la salinidad en el agua se disparó en todas las líneas de bombeo que abastecen a la capital y sus alrededores, superando ampliamente los límites máximos de sodio y cloruros permitidos por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Con este contexto, desde OSE están trabajando en una serie de medidas para garantizar el abastecimiento del agua.

Una de las alternativas es la creación de una aplicación para celulares que permitirá organizar la distribución de agua embotellada o subsidiada entre los ciudadanos del área afectada, garantizando así el abastecimiento.

Mientras tanto, la planta desalinizadora que debía llegar de Estados Unidos, a mediados del mes pasado, todavía podría demorar entre una y dos semanas más, en tanto el dispositivo no entra en ninguno de los aviones que tiene disponible el gobierno y el viaje se realiza en barco.

A su vez, el agua embotellada se ha convertido en un producto muy consumido, en este sentido, desde fines de mayo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) habilitó la importación de agua embotellada con exoneración de impuestos en tanto dure la emergencia hídrica y con el objetivo de controlar los precios ante un aumento de demanda constante que puede incrementarse drásticamente en el corto plazo.

Además, las represas de emergencia también son otra alternativa que ha estado manejando el gobierno uruguayo.