El acoso de los padres, una causa de suicidio entre los docentes en Corea del Sur
Cientos de miles de profesores se manifestaron para exigir más apoyo ante el hostigamiento de los padres de sus alumnos. Esta situación ha causado el suicidio de tres docentes en los últimos meses
Por Redacción
Los docentes de Corea del Sur se sienten desprotegidos y presionados por los padres de sus alumnos, que los hostigan con llamadas y mensajes para exigirles mejores resultados académicos o responsabilizarlos de los conflictos escolares. Esta situación ha provocado que tres profesores se quitaran la vida en los últimos meses, lo que ha generado una ola de protestas sindicales para reclamar más respeto y apoyo.
Los docentes se movilizaron en Seúl con una disciplina y una organización propias de la cultura confuciana, que valora la educación y el orden. Vistieron de negro, en señal de luto, y eligieron la fecha del 49º día después del suicidio de Lee Min-so, una joven maestra de primaria que se ahorcó en un armario del colegio. Según su diario personal, ella sufría de depresión y ansiedad por el estrés laboral y el acoso de los padres.
Los docentes denuncian que una ley del 2014 les impide mantener la autoridad y la disciplina en el aula, ya que cualquier padre puede acusarlos de maltrato y provocar su suspensión o despido. Así, los padres y los alumnos abusan de ese poder y los amenazan con denuncias si no cumplen con sus exigencias. Algunos casos son extremos: un padre pidió a un profesor que llamara a su hijo cada mañana para despertarlo.
Los docentes piden que se modifique la ley para protegerlos de las falsas acusaciones y que se establezcan límites al contacto con los padres, que no respetan su privacidad ni su descanso. También solicitan más apoyo psicológico y más recursos para atender las necesidades educativas de los alumnos.
La educación en Corea del Sur es muy competitiva y exigente, ya que determina el futuro laboral y social de los jóvenes. Los padres invierten mucho dinero y tiempo en la formación de sus hijos, que deben rendir exámenes estandarizados y asistir a academias privadas después de la escuela. Los docentes también deben cumplir con altos estándares de calidad y rendimiento, lo que les genera una gran presión.