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Ecuador ratifica el Tratado de LIbre Comercio con China

En medio de un escenario de crisis en materia de seguridad y pese a la fuerte oposición de sectores indígenas, Noboa rubricó el TLC

Por Redacción

15 de febrero, 2024 - 23:29

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ratificó, este jueves 15 de febrero, el Tratado de Libre Comercio con China, pese a la fuerte oposición de organizaciones indígenas y ambientalistas, las cuales, consideran que potenciará la deforestación en el país sudamericano.

El TLC había sido aprobado, el pasado 7 de febrero, por la Asamblea Nacional (Parlamento), que ya contaba con un dictamen favorable de la Corte Constitucional del país.

Rubricado por autoridades de ambos países, el pasado 10 de mayo de 2023, bajo el mandato presidencial del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), el ejecutivo ecuatoriano asegura que el acuerdo representa "una puerta de oportunidades comerciales sin precedentes" para el país latinoamericano, pues el gigante del sudeste asiático es "uno de los mercados más grandes y dinámicos del mundo".

Luego de que ambos países sean notificados de la ratificación por su contraparte, el TLC debería entrar en vigencia en un plazo estimativo de 60 días, lo que podría ocurrir entre mayo y junio próximo. Ecuador se convertirá así en el cuarto país latinoamericano en poner sobre ruedas un tratado de libre comercio con Beijing, después de Chile, Perú y Costa Rica.

En contrapartida, las organizaciones indígenas, ambientalistas y ecologistas manifestaron sus preocupaciones de que el TLC facilite la acumulación de residuos tóxicos industriales y de la llegada de flotas pesqueras depredativas de China, que agoten la biosfera marina.

Opositores en el pleno legislativo aseguran que el pacto hará escalar exponencialmente la amenaza a los derechos ambientales y colectivos que viven los pueblos de la Amazonia ecuatoriana, creando un nuevo foco de conflictos medioambientales y sociales.

Otro temor creciente, relacionado al Tratado, es que promoverá la deforestación con la introducción, libre de aranceles, de semillas transgénicas, así como la "sobreexportación" de alimentos a China, lo que aumentaría la desertificación agrícola y la degradación de suelos fértiles por el uso de fertilizantes.