Brasil: la Justicia exigió explicaciones en la omisión de datos sobre el coronavirus

La Fiscalía de Brasil investiga los retrasos y omisiones en la difusión de los datos sobre el coronavirus, que permitió reducir rápidamente el número de fallecidos y contagiados en las estadísticas oficiales.

En consecuencia, el Ministerio de Salud deberá responder en un plazo de 72 horas y explicar los motivos por los que modificó la metodología de divulgación de datos sobre la pandemia, una decisión que tomó el viernes el presidente Jair Bolsonaro y que fue cuestionada expertos médicos.

Además, seis capitales regionales de Brasil, que concentran el 45% de las más de 35.000 muertes por Covid-19 del país, comenzarán esta semana a relajar la cuarentena, lo que es visto por los expertos en políticas sanitarias como "una negligencia" en línea con la gestión de la pandemia que asumió el presidente Bolsonaro.

El último boletín del Ministerio de Salud reportó que en las últimas 24 horas se presentaron en Brasil 904 fallecimientos y 27.075 nuevos infectados. En total, hasta el pasado viernes Brasil cuenta con 672.846 contagios y 35.930 muertes.

¿Qué sucedió con las cifras oficiales?

El Gobierno de Brasil retrasó desde el viernes y por tres horas el informe de datos del coronavirus, argumentando que quería evitar “inconsistencias” del reporte diario de los 27 Estados del país.

El sábado, Bolsonaro restringió la publicación de los datos consolidados de casos y muertes por coronavirus y llegó a ser excluido algunas horas del balance de a Universidad Johns Hopkins, un conteo global paralelo al de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, el sitio del Ministerio de Salud destinado para la divulgación de los datos estuvo por fuera del aire casi 24 horas y cuando volvió a operar, el nuevo formato ya no tenía los datos completos y tampoco permitía descargar los archivos con más detalles del acumulado por regiones, estados y ciudades, como se podía hacer antes.

Inmediatamente opositores y expertos asociaron el retraso y la omisión de datos a la intención de Bolsonaro de evitar que la información saliera en el noticiero nocturno de la cadena Globo, la más poderosa del país, y en los noticieros matutinos, que cierran habitualmente sus ediciones impresas antes de las 22.