Brasil despliega militares contra el crimen organizado
Las operaciones tendrán como eje las fronteras de Paraguay y Bolivia, junto a los puertos de Santos, Río de Janeiro y dos de los principales aeropuertos del país
Por Redacción
El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció, este miércoles 1 de noviembre, que las Fuerzas Armadas contribuirán a la seguridad en algunos puertos y terminales aéreas, así como en las fronteras del país, a fin de endurecer la prevención y combate contra el crimen organizado.
El anuncio de Lula
"Se ha llegado a una situación muy grave, la violencia se ha agravado y hemos decidido que el gobierno federal participe con todo su potencial" frente al abanico de delitos del crimen organizado, dijo Lula.
La decisión fue efectivizada en un decreto promulgado, que en principio estará en vigor hasta mayo de 2024, pero "será renovado si fuera necesario", aclaró el líder petista.
El anuncio fue hecho a través de una conferencia en la que participaron, también, los ministros de Justicia, Flávio Dino, y Defensa, José Murcio, junto a los jefes de la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Federal.
Las Fuerzas Armadas reforzarán la custodia de las fronteras, en especial los límites con Bolivia y Paraguay, a fin de evitar el ingreso de armas y mercancías del narcotráfico, las cuales, llegan al país por tierra y abastecen a la narcodelincuencia de las grandes ciudades brasileñas, se explicó.
Las áreas de operaciones contra el crimen organizado
Las operaciones de la Marina estarán enfocadas en los puertos de Itaguaí y Río de Janeiro, también en el de Santos, y en el lago de Itaipú, en la frontera con Paraguay. En los aeropuertos, la ampliación de los operativos comenzará por las terminales internacionales de Galeao (Río de Janeiro) y Guarulhos (Sao Paulo).
Asimismo, el gobierno dispuso que los militares amplíen sus controles e intervenciones en las fronteras con Bolivia y Paraguay, en los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, precisó que las Fuerzas Armadas y los organismos federales destinarán unos 3.700 efectivos a todo el articulado de la operación.