|11/08/23 10:09 AM

Mariana Enríquez visitó Mendoza con su stand up literario 'No traigan flores'

La escritora compartió lecturas de sus obras destacadas, algunas inéditas, en una experiencia artística única. La puesta en escena contó con ilustraciones en arena realizadas por Alejandro Bustos y la música de Horacio Mono Hurtado 

Por Redacción

11 de agosto, 2023 - 10:32

En el marco de su gira literaria No traigan flores, la reconocida escritora argentina Mariana Enríquez (50) visitó Mendoza el pasado miércoles. Presentándose en el Teatro Plaza, en Godoy Cruz, compartió lecturas de sus obras destacadas, algunas inéditas, con la compañía de una audiencia diversa que disfrutó de una experiencia artística única. La puesta en escena contó con ilustraciones en arena realizadas por Alejandro Bustos y la música de Horacio Mono Hurtado.

La voz de la escritora puso tono a los relatos de El desentierro de Angelita, extraído de su libro Los peligros de fumar en la cama; Escenas de una niña sombría, sobre su infancia en Lanús; compartió su crónica de alguna experiencia con el amor romántico en París, y Un dominicano sin cabeza, de su obra Alguien camina sobre tu tumba, en la que narra sus viajes a cementerios.

Además, Enríquez relató una de sus peores pesadillas: convivir con el fantasma de la poeta y escritora Alejandra Pizarnik, luego de jugar a la ouija. También abordó la pregunta en su texto ¿Hace falta tener hijos?, dando una contundente respuesta a la imposición de tener que ser madre, y hacia el final cerró con fragmentos de la premiada novela Nuestra parte de noche y un bis de El año de la rata.

La escritora y 'reina del terror' ocupó varios espacios en el escenario. Al principio, sus lecturas se enmarcaron hacia el centro, sobre una tarima, enmarcada por los dos artistas que la acompañaron. Este cuadro se contrastaba con la gran pantalla que proyectaba las ilustraciones de Alejandro Bustos.

Mientras la lectura avanzaba, acompañada de irónicas acotaciones, el contrabajista acentuaba un climax de suspenso y disonancia frente al tiempo de las palabras de la autora, y, además, interpretó “cosechero”, haciendo alusión al litoral por la novela Nuestra parte de noche.

Enríquez con Alejandro Bustos y Horacio Mono Hurtado.

Posteriormente, otro espacio del escenario cobró protagonismo. Una silla hamaca, una luz de velador y un toque de humo blanco, junto a unas rosas sobre la mesa, se combinaron para crear un cuadro adicional, con tintes tenebrosos y sombríos. A medida que el evento llegaba a su fin, Enríquez continuó dando voz a sus escritos. En cada escena, su presencia se vio realzada por diferentes y hermosos vestuarios.

Durante las pausas de este novedoso formato de “stand up literario”, el público mendocino también pudo visualizar en la gran pantalla los 'fanarts' que daban vida a los personajes e historias de la autora.

Sin embargo, estas interpretaciones de los fans no son las únicas muestras de aprecio que la autora ha recibido. Ese mismo día, mientras se llevaba adelante el acto para reconocerla como Visitante Ilustre de Godoy Cruz, la profesora Julieta Rabino le entregó un regalo en nombre de un grupo de estudiantes del Colegio Nº 22 José Manuel Estrada, de Unión, San Luis. Esa pequeña localidad, habitada por 4 mil personas y ubicada a 160 kilómetros de General Alvear, en Mendoza, dejó su huella en el evento.

Julieta comentó a Ciudadano.News que Mariana Enríquez ha sido una constante en los cursos porque a todos los lectores les abre un mundo novedoso y original. “Como docentes, escuchamos a los chicos, y en zonas como estas o donde sea, los pueblos del interior tienen muchas historias que contar, sobre todo en el ámbito rural”, explicó, y añadió: “Porque las historias son contadas por sus padres y abuelos, cada una es muy rica y nos sirve un montón complementar con las obras de Mariana Enríquez”.

Una de las actividades que involucró a los estudiantes de la escuela consistió en la lectura de El desentierro de Angelita, donde cada grupo aportó un muñeco intervenido artísticamente (bebotes). Estos muñecos fueron distribuidos en diversos puntos de la escuela, describiendo una presencia única en el entorno. “Hicimos un montón de 'Angelitas'”, contó, entusiasmada, la profe Julieta.

La producción de los chicos del Colegio Nº 22 José Manuel Estrada de Unión, San Luis.

La docente destacó la importancia de esta iniciativa, ya que “esto representa una ruptura con la rutina del aula. Como educadores, a veces nos limitamos a realizar actividades internas dentro del aula, pero es valioso compartir experiencias más allá de esas paredes. En este aspecto, siempre hemos contado con un grado de libertad otorgado por la escuela, y no estoy segura si esta apertura es común en todas las instituciones”.

Además, agregó que tras la lectura de El desentierro de Angelita, en cuanto se enteró de que la autora visitaría la provincia, pensó que sería una excelente oportunidad para compartir con ella el trabajo de los estudiantes. Por este motivo, los chicos de segundo a sexto grado, después de haber leído varios cuentos, tuvieron la tarea de realizar fotografías para someter a edición, etcétera. “En ese tema los pibes la tienen muy clara”, dijo. El objetivo era crear una suerte de álbum con interpretaciones visuales de los cuentos.

De esta manera, en el transcurso de la actividad, la docente se puso en contacto con la autora para explorar la posibilidad de hacerle llegar este regalo especial. Cada collage y recorte incorpora imágenes diseñadas para evocar el miedo, lo que resultó en un proceso creativo que tomó “algunos tintes oscuros y escalofriantes”.

“El trabajo tomó un camino tétrico y terrorífico, pero eso es parte de todas estas historias… usamos un libro viejo y combinamos las fotografías y recortes, algunas fotos se lograron con un carrito de un supermercado chino del pueblo y otras donde los hermanitos más pequeños de los alumnos interpretan a ciertos personajes”, compartió.

Mariana Enríquez con Julieta Rabino y miembros del IES de Atuel, San Rafael.

El proceso culminó con la entrega del regalo. Julieta comentó: “A pesar de que han pasado varias horas desde ese momento, todavía me dura la felicidad. Me parece una locura la buena predisposición de la escritora. Hice una publicación donde escribí a mis alumnos que el regalo había sido entregado, y ellos me escribían muy entusiasmados. Me esperaron en la escuela como si hubiéramos ganado otra vez el mundial”, exclamó la profesora, agregando que “esta experiencia me motiva a seguir y a los chicos también. Cuando me reuní con mis alumnos, hablamos de la oportunidad de compartir, conocer y estar cerca de las personas que admiramos. En nuestro caso, esta autora es la mejor y más grande de Argentina y también de Latinoamérica”.

Producción periodística: Mariana Manny Santarossa