|21/09/20 07:05 PM

Historia mínima de primavera

21 de septiembre, 2020 - 19:13

Recuerdo especialmente tres festejos de primavera, siempre en el parque. Ese parque lleno de historias, que hace mucho era el lugar indicado para juntarse en el día del Estudiante. Hasta que a algún cerebro se le ocurrió que era un lugar de "negros" y los pibes empezaron a abrirse a lugares más de "onda", como Luz y Fuerza y lugares así. Donde igual se armaban quilombos terribles, pero se pagaba entrada.

El primero que recuerdo es el 21 de setiembre del 1981, en el prado amplio que está al lado de la calesita. Un escenario, un micrófono y que subiera a cantar el que quisiera. No hacía falta más. Fue el año que la dictadura aflojó un poco la tenaza y los espacios empezaron a abrirse. Ese día cantó el Negro Fiat, hace casi 40 años atrás (foto de espaldas, que acompaña este relato).

También subió un heladero que cantó Mañanas Campestres y Aquí Luis, de Pastoral. Yo, con 16 años, jamás los había escuchado. Ese día decidí que quería ser roquero.

Al año siguiente, el día del estudiante fue triste, un día frío y lluviosos. Un día de mierda, como había sido ese año, la guerra había terminado tres meses atrás y nadie sabía bien cómo iba a seguir la cosa. Con unos amigos quisimos ponerle onda y fuimos igual al Parque. No había nadie, sólo nosotros bajo la llovizna.

El 21 de setiembre de 1983 volvimos al prado que nombré más arriba (creo que Prado Gaucho, se llama) y de nuevo había un escenario, pero esta vez todo estaba un poco más organizado, por la Municipalidad. Y se respiraba otro aire, faltaba un mes para que se volviera a votar después de siete años de feroz dictadura. Ese día tocaron grupos de rock, y conducían el espectáculo la bella Susana Fontemachi y el inefable Alberto Beato, quien cumplía con su personaje de siempre: él hablaba y nosotros lo puteábamos. Y él se cagaba de la risa, capo total.

De las bandas que tocaron ese día solo recuerdo a Ruda's. También al público, encendido, que le cantaba a la Fontemachi: "¡Susy sí, otra no", como le decía Carlín Calvo a la Susana Delmónico (Alicia Bruzzo) en el Rafa, telenovela de moda por aquel tiempo.