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Sin sequía, ahora el FMI prevé que Argentina va a crecer 2,8% en el 2024

El organismo presentó una actualización del informe de perspectivas mundiales, donde aseguró que nuestro país “atravesó una situación muy difícil por la sequía” durante este año

Por Redacción

25 de julio, 2023 - 12:56

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que, como consecuencia de la “muy difícil” situación derivada de la sequía, la economía argentina caerá 2,5 por ciento este 2023 y se recuperará de manera significativa en 2,8 por ciento en el 2024

Así se desprende de la presentación de la actualización del informe de perspectivas mundiales realizada este martes, donde aseguró que “Argentina atravesó una situación muy difícil por la sequía” durante este período, y señaló que “se prevé una tasa de inflación para el 2023 del 120 por ciento”, que requiere la “moderación de la tasa” mensual para alcanzar esa cifra.

Durante una conferencia de prensa, el economista jefe del organismo, Pierre Olivier Gourinchas, señaló que la estimación del crecimiento del país para el año próximo es ahora del 2,8 por ciento, lo que significa una mejora respecto de la previsión de abril último, cuando el informe de ese momento pronosticó un horizonte de crecimiento del 2 por ciento para la Argentina en el 2024, según detalla el portal El Destape.

En tanto, para América Latina, el FMI espera que la región crezca 1,9% en el 2023, lo que supone una mejora de tres décimas respecto de las últimas proyecciones del organismo publicadas el pasado mes de abril. En cuanto al contexto global, se prevé que el crecimiento caiga de 3,5 por ciento estimado en el 2022 a un 3 por ciento, tanto en el 2023 como en el 2024.

“Si bien el pronóstico para este 2023 es ligeramente más alto de lo previsto en la edición de abril pasado de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, según la sigla en inglés), sigue siendo débil según los estándares históricos”, indicó el Fondo. 

La revisión al alza de las perspectivas de crecimiento para la región de América Latina obedece a un crecimiento más fuerte de lo previsto en algunos países grandes como Brasil o México, cuyas economías se han visto impulsadas por el sector agrícola o el sector servicios.