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Productores de Mendoza y San Juan, en pie de guerra por la importación de vinos

El sector productivo está en alerta ante la decisión del Grupo Peñaflor, el mayor productor de vino de Argentina. “Es innecesario”, afirman

Por Redacción

08 de abril, 2024 - 12:36

El Grupo Peñaflor confirmó días atrás la importación de entre 4 y 5 millones de litros de vino genérico desde Chile, aprovechando la liberación de compras en el exterior por parte del Gobierno nacional como estrategia para “bajar los precios de los alimentos”.

La noticia generó malestar y bronca entre los productores vitivinícolas de Mendoza y San Juan: según afirman, no es otra cosa que un nuevo intento de las empresas dominantes por empujar a la baja el precio de la uva.

El Grupo Peñaflor es el mayor productor de vino de Argentina, está entre los 10 más importantes del mundo, y actualmente exporta sus vinos, elaborados por varias bodegas, a unos 90 países.

“El impacto de estas medidas siempre va a ser negativo. Primero y fundamental, hay stock de vino hasta junio del 2025 con la cosecha de este año. Es mentira que falte vino y también que no haya calidad. Los vinos chilenos son de menor calidad que los nuestros y de hecho van a parar a la cajita. Y a eso hay que sumarle la estafa que eso implica para el consumidor, porque nadie sabe que ese vino es chileno. La letra de la caja tiene medio milímetro de altura”, declaró en las últimas horas Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros de San Juan, al sitio especializado Bichos de Campo.

Por su parte, Eduardo Sánchez, productor sanjuanino, habló de “mera especulación”: “En la importación hablan de 5 millones de litros. En volumen total es insignificante porque estamos consumiendo alrededor de 70 a 80 millones de litros por mes en el mercado interno. Claramente, la función es bajar y deprimir los precios en el momento de la compra de la uva. Porque eso es lo grave: estamos en el momento en que se termina de cosechar y se tiene que pagar. Es una maniobra especulativa”.

Pero la pregunta es: ¿y por qué importar vino implicaría un golpe al precio de la uva? En primer lugar, la economía chilena es muy distinta a la argentina, no solo en materia de inflación (su porcentaje es de solo un dígito anual) sino también respecto a los costos productivos.

“Chile tiene un solo tipo de dólar que ronda los 860 pesos. Allí entonces la producción es más barata porque exportan con el mismo dólar que compran sus insumos. Nosotros acá hasta un tiempo atrás, exportábamos con un dólar de 500 y comprábamos insumos con un dólar de 1.200”, detalló Garcés.

En segundo lugar, y aparejado con esta cuestión, el ingreso de una uva más barata pone en jaque el precio definido como razonable por los productores y organismos técnicos estatales como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

“En febrero nos reunimos 7 u 8 de las principales instituciones de viñeteros de San Juan y de Mendoza en el INTA de Junín. Ahí pusimos un precio a nuestros productos a partir de un estudio de los costos de producción, con una mínima rentabilidad. Los pusimos en dólares no para que nos paguen en esa moneda, sino para que se actualice el precio si hay variación en el dólar oficial. Pactamos el kilo de uvas comunes en 37 centavos de dólar, que eran más o menos 300 a 310 pesos. Bueno, hoy no nos pagan más de 180”, marcó Garcés.

Para Sánchez, esto claramente demuestra una ausencia del Gobierno nacional y vía libre para el oligopsonio que rige al mercado vitivinícola en la actualidad, tal la lógica libertaria de la administración de Javier Milei.

“La especulación se da cuando en el merado hay pocas empresas que compran la uva. En el caso de la pasa, solo en San Juan hay 40 compradoras que exportan. En el vino, en cambio, solo 3 bodegas deciden el destino de mil. Son Fecovita, el mayor fraccionador y vendedor de vino envasado del país; Peñaflor, detrás de él, y RPB. El Gobierno está ausente y en este contexto de libre mercado, más ausente va a estar”, argumentó el autoconvocado.

Garcés completó: “Desgraciadamente, 56% de los argentinos votó este tipo de políticas, entonces, ¿con quién nos vamos a quejar? Nosotros logramos desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que a fines del año pasado se sacara la licencia automática para importar vino y algunos otros productos de las economías regionales. De esa forma, pasó a necesitar autorización de comercio exterior. Fue una herramienta, pero no alcanza”.

La crítica visión desde Mendoza

Desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI), Fabián Ruggieri, rechazó la importación de vinos desde Chile: "Lo que es concreto es que no es necesario en este momento realizar la importación de vinos porque sí se consigue hoy en el mercado interno y porque es de muy buena calidad. Hemos estado hablando con el sector cooperativo vitivinícola, que es una fracción importante del mercado nacional e internacional, y realmente no estamos con problemas para conseguir vinos de calidad".

"No tenemos respuesta precisa sobre por qué el Grupo Peñaflor tomó esta medida, nosotros no lo sabemos", añadió.

Sobre el perjuicio que esta acción produciría a pequeños y medianos productores, Ruggieri señaló: "Nunca es gratis incorporar stock a los ya existentes. En este momento que tenemos stock suficiente y se le incorpora más, cuando estamos terminando una cosecha que va a ser mayoritaria a la del año pasado, con lo cual, creemos que seguir incorporando el producto es innecesario".