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El FMI podría aportar plata fresca para la estabilización económica

Sin embargo, un nuevo acuerdo con el organismo para conseguir los fondos se podría lograr recién después de abrir el cepo cambiario

15 de marzo, 2024 - 12:07

El equipo económico liderado por el ministro Luis Caputo y monitoreado por el presidente Javier Milei, trabaja con la mira puesta en junio, mes al que se espera llegar por lo menos con una cantidad de restricciones que están todavía vigentes ya desarmadas, aunque en realidad el mejor escenario sería que la economía ya haya tocado fondo y estén dadas las condiciones para salir del cepo cambiario.

Los economistas del gobierno de Milei dan por sentado que el futuro esquema cambiario que pondrá en marcha el Gobierno –a pesar de las trabas políticas que enfrenta– es uno de los temas centrales del futuro acuerdo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se empezará a discutir en dentro de poco.

La confianza es tal que incluso una fuente cercana a Hacienda da por sentado que existe la posibilidad de que el Fondo entregue “dinero fresco” para hacer más suave la transición luego del levantamiento de los controles cambiarios (el cepo).

Si bien la visión del FMI es que para mediados de año ya estarían dadas las condiciones para salir del cepo, el mismo Presidente reconoció que para lograrlo el Banco Central debe acumular más reservas que los más de US$ 10.000 millones que ya compró desde que llegó a la Casa Rosada.

Además, el Central sigue con su política de licuar sus pasivos remunerados, que así crecen mucho menos que la inflación, para lo cual sigue aplicando fuertes bajas de tasas.

Sin embargo, lo que todavía ha sido abordado a fondo es un tema que abre muchas conjeturas en el mercado: se trata de dejar explícito cómo será el nuevo régimen cambiario que se aplicará una vez levantado el cepo.

Los actores involucrados recuerdan lo sucedido en diciembre del 2015, cuando Mauricio Macri asumió el gobierno, y casi de un día para el otro dejó flotar al peso y eliminó las trabas para operar en cambios. En ese momento, el precio del dólar oficial pasó de 9 a 13 pesos y se trasladó rápidamente a precios.

Tanto Milei como Caputo estiman que a pesar de que el Banco Central acumuló reservas en un nivel importante y tenga poder de fuego para salir a calmar alguna suba que resulte exagerada, no hay garantía sobre la estabilidad futura del tipo de cambio.

Saben que en un contexto de cierta debilidad política como la actual, lo que implementó Macri es una movida muy arriesgada que podría complicarse si el dólar se pone volátil.

En este escenario aparece la posibilidad de implementar algún régimen que permita mantener acotado el comportamiento del dólar, como la denominada “flotación sucia”, para lo cual hace falta un buen nivel de reservas en el BCRA; implementar un esquema de bandas cambiarias, que fija de manera explícita el Central para comprar y vender, o adoptar una suerte de “neo convertibilidad”, o sea un tipo de cambio fijo que evitaría totalmente las fluctuaciones cambiarias, un paso previo a la dolarización, algo que no es apoyado por el Fondo.

Pero ninguno de estos esquemas es incompatible con la “competencia de monedas” que se busca establecer, con la cual se permitiría que haya transacciones legales con el dólar o cualquier otra moneda que elijan las partes.

Ese modelo sería parecido a los que aplican Uruguay y Perú, países en los que de todos modos la estabilidad provocó finalmente que se prefiera utilizar la moneda propia, una situación que es contraria a la dolarización que plantea Milei desde mucho antes de comenzar su campaña para instalarse en la Casa Rosada.