Quita de subsidios: ¿por qué es necesario 'sincerar' tarifas?

Tras dos décadas de falta de inversión por la política populista del kirchnerismo, el sistema energético está exhausto, y a la vez el sinceramiento tarifario cae en momentos donde el poder adquisitivo está fuertemente afectado por los ajustes, lo que configura una ecuación muy difícil.

A la hora de consultar a los especialistas, el camino tomado recibe el calificativo de inevitable, y de ello habló Emilio Apud, exsecretario de Energía de la Nación, quien destacó: “No queda otra, porque es un arrastre de casi 20 años; antes del 2003 no había subsidios, fue un invento del Kirchnerismo para congraciarse con el electorado, sobre todo el de AMBA, porque en el interior no hubo tantos subsidios".

Añadió que "son cosas insostenibles, porque gracias a eso se ha bajado la inversión en un recurso enorme que tenemos, como es el hidrocarburífero en Vaca Muerta", porque "seguimos importando gas, los servicios son bajos, en la producción de petróleo nos solazamos ahora que estamos produciendo 650 mil barriles por día, pero en el ’98 se producían 980 mil", destacó, resumiendo: “Es todo un desastre lo que pasó, y esto tiene que llegar a su fin. Lo único que se puede llegar a discutir es el tiempo, pero el gobierno decidió -y lo dijo antes de las elecciones- que iba  a ir a fondo, y entonces es lo que está pasando".

Recordemos que para los considerados de un poder adquisitivo alto, que son tres salarios básicos, y para el comercio y la industria, se les quita de un golpe toda la parte de subsidios en la producción de gas, y también se les cargan todas las actualizaciones de precios del sistema regulado, que es el transporte y la distribución.

“Si usted pagaba 3 mil en la última tarifa, en esta pagará 9 mil, y en la de julio probablemente pagará cerca de 30 mil, porque es mayor consumo y mayor valor que tendrá el gas, porque en invierno hay que importar todavía -a pesar de que el gobierno anterior se llenó la boca con el gasoducto Néstor Kirchner-. Entonces, es inevitable, en lo que sí se tiene que apurar el gobierno es en definir el segmento de la población que no puede pagar nada, y al que hay que darle en forma gratuita una cantidad mínima de gas y de electricidad para poder vivir", sentenció Apud.

A la vez, pronosticó: “Acá va a ser un sacrificio muy grande para la clase media, sobre todo en invierno para asimilar al mayor consumo, pero también hay una forma de mitigar eso y es el uso racional de la energía. Nuestro país tiene el consumo per cápita residencial más alto de la región, hubo una tendencia al despilfarro por las tarifas regaladas, y estoy convencido y hay estudios que dicen las ONG, que por lo menos un 20% va a bajar el consumo sin bajar la calidad; por ejemplo, si uno tiene el calefactor prendido todo el día, lo va a prender 5 o 6 horas, y hay un montón de cosas para un uso más racional que va a mitigar este golpe".

Energía para exportar

En otro orden, y con la mirada puesta en el aprovechamiento de los recursos con que cuenta nuestro país, el exsecretario de Energía de la Nación subrayó: “Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y salir del mercado local; este mercado es insignificante en función de los recursos que hay, por más que estemos importando porque hace 20 años hicimos las cosas mal".

"Pero resuelto eso, hay que pensar en el mercado de exportación. Tenemos solamente Vaca Muerta, que con el consumo actual y de la región, tenemos para 140 años".

"Lo que tenemos que hacer es poner en valor esos productos, pero no en el mercado local porque es chico, salir a competir en el mercado internacional, India, China, Europa que están ávidos de gas, porque el gas es el elemento, el mercado mundial va a tener que pasarse a gas.

"Entonces, por más que Estados Unidos tenga gas, que Qatar tenga mucho gas, nosotros tenemos una oportunidad de entrar en ese mercado, mientras tanto tenemos que desarrollar la potencialidad de nuestros recursos naturales renovables, como el sol y la energía eólica", evaluó en cuanto a los compromisos pendientes.

“Doy un dato: en los 90, en el año 98, se producían 980 mil barriles por día, ahora se producen 650 mil barriles por día de petróleo. En el 98, Brasil producía 600 mil barriles de petróleo, ahora produce 3 millones 300 mil.

Es claro que la política energética que aplicó nuestro país no es la correcta. Ahora, el Estado no tiene porqué meterse en inversiones de riesgo, en donde el riesgo lo corremos todos los ciudadanos, el Estado tiene que definir áreas de prioridad y generar estímulos, a lo mejor impositivos, de importación y demás, pero tiene que estar el sector privado poniendo el dinero a su propio riesgo, y el Estado llenarse de plata a través de los impuestos que cobra sobre la renta de los recursos energéticos, es mi punto de vista", completó.