Por el caso Vinícius: la policía española podrá suspender partidos ante casos de racismo

El Ministerio del Interior de España busca erradicar los actos de racismo, por lo que le dio facultades a los policías para que puedan suspender partidos de fútbol si detectan comportamiento incorrecto.

La medida se tomó debido a lo sucedido en el último tiempo con Vinícius Junior, quien sufrió reiteradamente insultos, descalificaciones y cánticos racistas.

Por lo tanto, se decidió reforzar el papel del mando policial que realiza las labores de coordinación de seguridad en los estadios de las máximas competiciones de fútbol y baloncesto. A partir de ahora, podrá solicitar al árbitro que no inicie, que pare o que suspenda un partido de manera temporal o definitiva si se producen incidentes racistas graves.

También podrá desalojar una parte o el estadio completo, decisión que estará facultado a tomar de manera unilateral, "en supuestos urgentes de alteración de la seguridad pública o grave riesgo para la misma", según el texto de la instrucción, al que tuvo acceso el diario El País.

Actualmente, el protocolo en vigor en los estadios españoles es el elaborado en el 2017 por la FIFA, que establece que es el árbitro quien toma la decisión de suspender un encuentro. Hasta ahora solo se ha aplicado una vez, y no ha sido en un caso de racismo, a pesar de los numerosos incidentes de este tipo que se producen en los campos de fútbol del país desde hace décadas.

La reglamentación del Ministerio del Interior

En el caso más controvertido que involucró al brasileño Vinícius Jr., ocurrió el 21 de mayo en el estadio Mestalla del Valencia CF, el partido fue interrumpido y posteriormente se tomaron medidas disciplinarias. El club valencianista recibió una multa y el cierre parcial del estadio, mientras que tres hombres fueron detenidos por la Policía bajo cargos de un delito de odio.

A partir de ahora, cuando entre en vigor la nueva instrucción del Ministerio del Interior, se implementarán nuevos criterios de actuación para el coordinador de seguridad, una figura policial establecida en 2007 por la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. El coordinador de seguridad es responsable de los dispositivos de seguridad en los eventos deportivos.

La nueva normativa establece que el oficial a cargo puede proponer la suspensión del partido al árbitro si observa "actos o conductas violentas, racistas, xenófobas o intolerantes" entre el público, así como el incumplimiento por parte del público de las condiciones establecidas para permanecer en el recinto.

En casos graves, se podrá proponer la suspensión definitiva del encuentro, por ejemplo, si ya se ha producido una suspensión temporal por motivos similares durante el mismo evento.

Además, si persisten las conductas que llevaron a la interrupción temporal, la Policía podrá proponer el desalojo total o parcial de la grada o de un grupo de asistentes, para luego reanudar el encuentro. Esta decisión deberá tomarse de común acuerdo entre el árbitro y el coordinador de seguridad.

Asimismo, el responsable policial podrá ordenar unilateralmente el desalojo del estadio "cuando se hayan agotado los llamamientos para restaurar el orden y no exista posibilidad inmediata de hacerlo". En este caso, el oficial informará al árbitro sin necesidad de consultarle sobre la medida.

El texto de la instrucción también menciona las conductas sancionables por parte de los organizadores del evento, como la "permisividad" frente a comportamientos racistas o el "apoyo a actividades de peñas, asociaciones, agrupaciones o grupos de aficionados" que violen la ley contra la Violencia y racismo en el deporte.

Además, se perseguirán las conductas racistas que desaparezcan en las áreas cercanas a los estadios y en los medios de transporte que se dirijan a ellos, haciendo referencia al acoso ocasional que sufren los autobuses de los equipos, así como a la difusión de dichas imágenes.