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Desde el Mundial de Qatar se para todas las noches en una esquina para festejar el título

Guillermo tiene 58 años, es obrero y cada noche celebra la conquista de la Scaloneta

Por Redacción

12 de septiembre, 2023 - 13:33

En la tranquila esquina de las avenidas Mitre y Ramón Franco, en Villa Domínico, Avellaneda, un hombre se ha convertido en un símbolo de pasión y devoción inquebrantable por la Selección Argentina de Fútbol. Cada noche, sin falta, a partir de las 21, este hincha apasionado se planta en su esquina de siempre, ondeando con orgullo una bandera argentina. Su ritual comenzó en noviembre, durante el Mundial de Qatar 2022, y ha persistido desde entonces, con la mira puesta en el próximo Mundial de la FIFA en Estados Unidos/Canadá y México en 2026.

Un acto espontáneo de pasión por la albiceleste

El gesto de Guillermo Ortíz de 52 años, no fue premeditado ni planeado. Surgió de la pura emoción y la necesidad de alentar a su equipo nacional cuando la Selección argentina enfrentaba a Arabia Saudita en el Mundial de Qatar. Ante la derrota en ese partido, no lo dudó. Tomó su secador de piso y, con cinta adhesiva, aseguró una bandera argentina a un palo de madera. Este sencillo acto de pasión y lealtad marcó el comienzo de su compromiso diario en esa esquina icónica.

Un símbolo de la comunidad

El Parque Domínico es testigo de su dedicación. Todos los días, durante una hora, este hincha inquebrantable se para en la misma esquina con su bandera argentina, sin importar el clima o las circunstancias. Su presencia ha trascendido el ámbito individual y se ha convertido en un símbolo comunitario. Los residentes del barrio tocan sus bocinas y lo saludan cuando pasan por su esquina, reconociendo su compromiso y pasión inigualables.

El amor incondicional por la albiceleste

Para Guillermo no existe otro equipo que la Selección argentina. Su devoción y amor por la camiseta albiceleste superan cualquier afiliación a clubes locales. Cuando le preguntan por su equipo, él responde con una sonrisa en el rostro: "Argentino. El equipo es la selección". Su profundo amor por la selección nacional es evidente en cada uno de sus actos, y su presencia constante en la esquina de Villa Domínico es un recordatorio de la pasión inquebrantable que une a los argentinos en todo el país.

Un compromiso hasta el próximo mundial

Guillermo no tiene la intención de detenerse. Su objetivo es claro y firme: seguir parándose en esa esquina icónica hasta el comienzo de la Copa Mundial de la FIFA México/Estados Unidos/Canadá 2026. Con cada noche que pasa en su esquina, él se considera a sí mismo y a todos los argentinos como campeones del mundo. Su dedicación y su amor por la Selección argentina son un testimonio conmovedor de la pasión que el fútbol puede inspirar en las personas y de cómo un gesto simple puede convertirse en un símbolo de unidad y orgullo nacional.