Benjamín Agüero contó una intimidad que vivió con su padrino, Lionel Messi
El hijo del Kun, que es ahijado del 10, reveló que nunca puede dejar de ver al futbolista como un fanático y dio detalles de cómo fue el encuentro en la fiesta de despedida de Maxi Rodríguez
Por Redacción
Este sábado se llevó a cabo la despedía de Maxi Rodríguez en la cancha de Newell´s y todo fue emoción ya que asistieron jugadores de la Selección y el mejor del mundo, Lionel Messi.
Su presencia capturó miradas, pero había una muy especial que estaba ahí y que esperaba un abrazo. Era la de su ahijado Benjamín Agüero quien después de mucho tiempo volvió a encontrarse con su padrino y mejor amigo de su papa.
Tras el saludo, el adolescente decidió hablar y contó cómo fue el encuentro tan esperado. Lejos de tratarlo como amigo de su padre o un familiar confesó que se quedó duro. “Es el mejor amigo de mi viejo. Pero yo cuando lo saludo soy un fanático más, me tiembla la mano”.
Es que Benjamín protagonizó un momento súper especial en la despedida. Le entregó a la fiera una camiseta que era de Diego Maradona, su abuelo y en el segundo tiempo de la despedida, el hijo del Kun ingresó al campo de juego, lo abrazó y le entregó una casaca histórica.
Sobre lo sucedido, él también reveló: “Le entregué algo que amo, como todas las camisetas que tengo de él. Dársela a Maxi es hermoso”
En ese momento además, detalló cómo se le ocurrió regalársela a Maxi: “Estábamos con Claudia (Villafañe, su abuela), la tenía ella y dijimos ‘bueno, la llevamos’”, contó. “Tengo varias camisetas de él (sobre su abuelo) guardadas, algunas en cuadros”.
El emotivo saludo de cumpleaños a Lio en la despedida de Maxi
A pesar de que este sábado 24 de junio se llevó a cabo la despedida de Maxi en el Coloso de Rosario, fue una fecha muy especial ya que el capitán, Lionel Messi, cumplía 36 años.
Es por eso que el 10 asistió como invitado a la cancha, pero además de jugar el amistoso, cuando ingresó a la cancha, el público y fanáticos presentes se unieron para cantarle el feliz cumpleaños. En ese momento, ahondó la emoción y se vivió un momento único. Se apagaron las luces de la cancha solo para saludarlo al mejor del mundo.