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Los restos del último tigre de Tasmania considerados perdidos estaban dentro del museo

El asombroso encuentro será publicado en la revista científica Australian Zoologist por los investigadores que realizaron el descubrimiento

Por Redacción

05 de diciembre, 2022 - 14:22

El tigre de Tasmania, fue un marsupial carnívoro originado en el Holoceno. Era nativo de Australia, Tasmania y Nueva Guinea y se cree que se extinguió en el siglo xx. Se trataba del último miembro viviente de su género (Thylacinus), cuyos otros miembros vivieron en tiempos prehistóricos a partir de principios del Mioceno.

Se cree que su extinción se debió a la intensa caza que se le dio debido a las recompensas que eran ofrecidas por el exótico animal. Otras causas pueden haber sido la llegada de los perros, la ocupación de su habitad natural por los seres humanos e incluso las enfermedades endémicas.

Los restos del último ejemplar del tigre de Tasmania se encontraban perdidos desde hace más de 80 años y en este caso se trataba de una hembra de avanzada edad. Luego de tantos años sin saber de la ubicación de este ejemplar muy útil para clases escolares, se descubrió que por casualidad se encontraban en el armario del museo Museo y Galería de Arte de Tasmania.

 

El último tigre de Tazmania murió en 1936, había sido cazado en el valle de la isla de Tasmania  y posteriormente trasladado al zoológico de  Hobart en Australia. Una vez que el animal murió sus restos pasaron al Museo con el fin de estudiarlo y resguardarlo como patrimonio.

Durante años, muchos conservadores e investigadores de museos buscaron sus restos sin éxito, ya que no se había registrado ningún material de tilacinos que datara de 1936 en la colección zoológica, por lo que se asumió que su cuerpo había sido desechado”, explicó el investigador Robert Paddle en un comunicado ofrecido a medios de comunicación.

 

Paddle y Kathryn Medlock, los responsables del hallazgo descubrieron que el último ejemplar del tigre de Tasmania fue recibido por el museo en 1936, aunque no fue datada la entrada de la pieza, algo que hizo que los registros se perdiesen.

La piel fue cuidadosamente curtida como una piel plana por el taxidermista del museo, William Cunningham, permitiendo así transportarla fácilmente y utilizarla como espécimen de demostración para las clases escolares sobre los marsupiales de Tasmania”, precisó Medlock, quien se desempeña como curadora del departamento de zoología vertebrada del Museo y Galería de Arte de Tasmania.